Milei convocó a plenario de Comisiones para intentar avanzar con un dictamen mayoritario. La oposición dialoguista tiene dudas sobre el borrador enviado por el Gobierno que no retrocedió sobre el brutal ajuste a los jubilados y las retenciones a los derivados de la soja. Los bloques de oposición no colaboracionista compuestos por el peronismo y la izquierda siguen firmes en el rechazo a todo el megaproyecto.
Welcome back, Lenin
“Licuadora de jubilados”
Esta es la definición que utilizó Álvarez Agis, ex viceministro de economía, en el informe de su consultora sobre el nuevo borrador de la Ley Ómnibus. La trampa de los libertarios es evidente y burda. Aceptan hacer una actualización de haberes por inflación, pero empezarían a partir de marzo. Con lo cual, estos tres meses la suba quedaría a disposición del la actual fórmula calculada en base a la evolución de los salarios. Esto puede generar que los jubilados pierdan el 35% de sus ingresos.
Como si esto fuera poco, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Anses pasaría a manos del Tesoro Nacional. Es decir, pasaría a manos de Luis “Toto” Caputo. Este fondo es el que recibe los aportes previsionales de todos los que estamos trabajando actualmente. Esto significa que esta decisión es dejar nuestro futuro en manos de un amigo de los especuladores y favorecedor de la timba financiera.
A la vez, la Ley Ómnibus bala el impuesto a los bienes personales. Es decir, el impuesto a los ricos. Esto hace evidente que hay una transferencia de ingresos desde abajo hacia arriba. Se le mete la mano en los bolsillos a los abuelos para bajarles el impuesto a los ricos.
Facultades extraordinarias
El punto de acuerdo de los radicales y los pichetistas sobre los poderes que tendría Milei dejaría las facultades extraordinarias del Ejecutivo en 1 año con posibilidades de renovar por un año más con previa aceptación del Congreso.
Esto hace que todo lo discutido pierda completo interés. Milei, a partir de la aceptación de las llamadas Facultades Extraordinarias, podría reingresar por la ventana todo lo que negoció en el Congreso sin necesidad de discutirlo con los diputados.
Todo puede suceder
Los conciliadores no tienen claro qué hacer y tampoco saben si lograrán mantenerse juntos. Entre los radicales, hay una posición encabezada por Facundo Manes que sostiene que podrían hacerle aprobar a Milei una Ley Ómnibus alternativa con todos los cambios necesarios. Este grupo, que reúne unos 10 diputados radicales, por ahora, se niega a firmar dictamen con el oficialismo.
Si el dictamen mayoritario es el de rechazo total al proyecto votado por la izquierda y Unión Por La Patria sería un duro revés para el Gobierno, que dejaría herida de muerte a la Ley Ómnibus para tratarla en el pleno del Congreso.
Paro general
La movilización de la medida convocada por la CGT, las CTAs y la UTEP se anticipa como una convocatoria completamente extraordinaria. Trabajadores de todos los gremios, amas de casa, comerciantes, estudiantes, desocupados y todo tipo de ciudadanos comentan en redes sociales, en sus lugares de trabajo y estudio que asistirán a la marcha. El Gobierno intenta amenazar con represión, con descontar el día a los empleados estatales y otras medidas, pero parece imposible que logren frenar la bronca cosechada desde abajo.
La discusión entre la CGT y la izquierda radica en que si no se le da continuidad a la medida se le dejará en manos de la oposición dialoguista la negociación de la ley. Para voltear el DNU y la Ley Ómnibus la iniciativa debe ser de los que luchamos en la calle, no de los que acuerdan en el palacio.