Fernando Cerimedo es señalado por vínculos con intentos golpistas en Brasil. El operador de Javier Milei está acusado de integrar una “milicia electrónica” que difundió fake news para legitimar demandas extremistas. Su vínculo con La Libertad Avanza pone bajo la lupa las alianzas del oficialismo con sectores de extrema derecha.
27.11.2024.
El fundador de La Derecha Diario, Fernando Cerimedo y reconocido operador cercano al entorno de Javier Milei fue acusado de estar involucrado en un grupo golpista que intentó atentar contra la democracia brasileña. El agitador de derecha está involucrado en una compleja red de acciones que entremezclan política, desinformación y acusaciones judiciales.
Cerimedo acusado en Brasil
El informe presentado por la Policía Federal de Brasil, en el marco de la “Operación Contragolpe,” detalla los alcances de un presunto plan conspirativo denominado Puñal Verde y Amarillo. Este esquema incluía intentos de envenenamiento contra el presidente Lula da Silva, su vicepresidente Geraldo Alckmin y el juez Alexandre de Moraes, además de la planificación de actos violentos como el ataque al Palacio del Planalto en enero de 2023.
Cerimedo, dueño del portal La Derecha Diario y con antecedentes como propagandista de Jair Bolsonaro, es señalado en la causa como integrante de una “milicia electrónica” dedicada a viralizar fake news. Según los informes, habría utilizado argumentos fabricados por hackers para desinformar sobre presunto fraude electoral en las elecciones ganadas por Lula. Estas actividades formarían parte de un esfuerzo por legitimar demandas golpistas ante sectores militares y civiles de extrema derecha.
Relación con Javier Milei y expansión empresarial
En Argentina, Cerimedo y su esposa, Natalia Basil, se han consolidado como figuras clave en la estrategia de comunicación de La Libertad Avanza. Además de fundar y dirigir La Derecha Diario, el matrimonio habría aportado recursos financieros y logísticos a la campaña de Milei. Su agencia publicitaria, Numen, y la expansión de negocios vinculados al sector energético, como la participación de Basil en Patagonia Energy Holding S.A., son muestra de la diversificación de sus intereses en medio del ascenso libertario.
La respuesta de Cerimedo
En una reciente entrevista radial, y como era de esperarse, Cerimedo negó todas las acusaciones en su contra. Defendió su participación en lo que considera acciones de denuncias sobre las elecciones brasileñas, argumentando que utilizó datos públicos y no información fabricada. Además, intentó desmarcarse de los eventos violentos en Brasil, aunque admitió haber alentado protestas frente a cuarteles militares.
Sin embargo, su discurso no estuvo exento de ataques personales y agresividad hacia el periodista Ernesto Tenembaum, a quien acusó de tergiversar los hechos. Este comportamiento ha sido señalado como una estrategia recurrente para desviar la atención de las imputaciones.
Una internacional de ultraderecha
El caso pone en el centro de la atención los vínculos internacionales y locales del gobierno de Milei con figuras asociadas a la ultraderecha global. La posible citación de Cerimedo ante la justicia brasileña podría tener repercusiones no sólo para su imagen, sino también para las conexiones del oficialismo argentino con sectores extremistas.
No es un secreto que el propio Milei se presenta con dirigentes de la ultraderecha internacional, como Abascal, Meloni, Trump, Bolsonaro, entre otros. Sin embargo, con estas acusaciones y pruebas de involucramiento de sus militantes, da a entender que la forma de operar de esta nueva derecha es poner en juego la propia estabilidad de la democracia y sus instituciones.
El caso de Cerimedo es un recordatorio del peligro que representan las campañas de desinformación en contextos de tensión política. En un momento en el que América Latina enfrenta desafíos democráticos significativos, la manipulación mediática y la propagación de fake news se posicionan como una de las mejores herramientas de desestabilización contra los gobiernos democráticos.