A un año de los ataques de Hamas y en el marco del recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente, entrevistamos a Héctor Grad, impulsor de la campaña BDS, militante de anticapitalistas, antropólogo profesor de la UAM de Madrid y especialista en diversidad cultural.
Resistencia Online: ¿Creés que puede haber una confrontación directa, a gran escala, entre Israel e Irán ?
Héctor Grad: Para entender lo que está ocurriendo hoy en día hay que hacer historia y rebobinar. El por qué de lo que hace Israel, cuáles son sus acciones y qué ocurre en la región ante esas acciones, es porque Israel es en realidad un proyecto de colonización de asentamiento. Acordado entre un sector de la población judía de Europa Oriental y el Reino Unido, para crear una avanzadilla occidental en el corazón del mundo árabe, en Medio Oriente. De ahi la Declaración Balfour de 1917, que decía que el gobierno de “Su Majestad” vería con buenos ojos el establecimiento de un hogar nacional judío en Palestina, con una cláusula que nunca respetaron: “sin menoscabo de los derechos religiosos y culturales del pueblo autóctono”.
Israel siempre ha jugado el papel de vigilante imperialista en la región, golpeando a todo movimiento progresista que haya habido. En los años 50, atacaron a Nasser y al Partido Baaz en Siria. Cuando Nasser nacionaliza el Canal de Suez, los británicos y franceses, junto con Israel, atacan a Egipto y ocupan la península del Sinaí. En 1967, durante una guerra de ofensiva, derrotan al nacionalismo panarabista.
Resistencia Online: Recién salía el tema de los nexos y el rol político de Israel para con Occidente, y el otro día mencionas algo que a mí me parecía muy interesante lo difícil e importante que es que muchos países de Occidente rompan sus relaciones políticas y comerciales con Israel.
Héctor Grad:. Contra el ataque este de los misiles de Irán, en las dos veces que atacó Irán, Israel contó con el apoyo directo de los americanos e incluso de los jordanos derribando misiles en el camino. O sea, que ahí la alianza prooccidental está más que clara. A pesar de toda esa potencia militar, Israel es en realidad un estado pequeño; estamos hablando de 10 millones de habitantes. Por eso aunque su estado, y aunque su ejército sea muy poderoso, y muy bien pertrechado y muy bien adiestrado, es un ejército de dimensiones pequeñas. Y entonces esto nos hace ver una cosa: que, a pesar de todo ese poder y a pesar de todo el apoyo occidental que tiene Israel, tiene un gran punto débil. Y es su dependencia.
Primero, su dependencia financiera; no podrían desarrollar esa industria militar sin apoyo financiero externo. Por eso, la D del BDS es no invertir en Israel. Y segundo ese aparato militar tiene una industria militar sobredimensionada, como ningún otro país en el mundo, proporcionalmente a su población. La inversión en industria militar es varias veces mayor que la de cualquier gran potencia porque es una población pequeña y tiene que mantener un ejército grande. Es su punto débil, la dependencia de la financiación externa y de los suministros externos.
La dimensión de sus ataques (de Israel) haría que no los pudieran mantener más de una semana con lo que tienen almacenado. Por lo tanto, el cortar los suministros, es un objetivo prioritario. Además, está previsto en el derecho internacionall humanitario, que son las leyes de derecho internacional sobre la guerra y la ocupación. Que se le apliquen sanciones, como se le aplicó en su momento a Rusia.
Resistencia Online: ¿Puede que se le apliquen también a Israel?
Hector Grad: Tiene una condena en su contra el Estado de Israel, pero son solo retóricas porque ninguno de los organismos que le puede condenar tiene ningún poder ejecutivo.
Entonces el embargo de armas tiene tres patas: uno es no venderle. No dar suministros. La segunda es no permitir el tránsito, que es lo que el derecho internacional prevé en los tratados internacionales de comercio de armas. Dice que cuando hay un conflicto armado donde se violan derechos humanos, no se puede dejar que los estados comercien armas con el que perpetra esa violacion. Los países tienen la responsabilidad de actuar para evitar que se sigan suministrando armas para continuar con ese delito.
Lo que dice la Corte Internacional de Justicia, cuando sacaron este llamamiento intermedio que han hecho, es que los estados dejen de apoyar a Israel. Tienen que actuar para evitar que el presunto genocidio “que puede ser que se esté realizando” * Risas * no continúe. Pero es simplemente una primera opinión para evitar que el presunto genocidio que se esté realizando siga su desarrollo.
La tercera es no comprar. La compra tiene varias facetas. La primera , como ese conflicto es pequeño y ese ejército es relativamente pequeño, los costes de sus desarrollos militares, de la tecnología militar que ellos mismos desarrollan, son enormes. Por eso una forma de abaratar y disminuir el coste es exportar los excedentes. Entonces, en vez de producir 10 misiles o 10 drones, hacen 100 y los otros 99 los venden al extranjero. A los gobiernos de Occidente y del resto del mundo, no hace falta ser experto, pones en internet “armas” e “israel” y te sale el mapamundi lleno de puntitos de países que les están comprando.
Esta compra, lo que está haciendo es abaratando la opresión de los palestinos, haciendo que la industria militar, que la carga del desarrollo militar y el mantenimiento de la industria militar israelí, en vez de caer solo sobre los israelíes, se reparta con el resto del mundo que contribuimos comprándoles el resto de la producción.. Desde ese punto de vista, ya somos cómplices directos de la masacre y de la violación de los derechos del pueblo palestino por el simple hecho de comprar.
¿Qué es lo que ocurre? Que ellos son expertos en desarrollar tecnologías militares y tecnologías de inteligencia, de control de población, de opresión de los pueblos. Ellos promocionan sus armas como probadas en combate. Como estamos viendo en la tele desde el año pasado. Ese es el gran laboratorio donde prueban sus armas y luego las comercializan con la calidad asegurada.
Esa gran tecnología, no solo son armas, desarrollos de seguridad, desarrollos de doctrina de seguridad, entrenamiento de fuerzas armadas y de fuerzas de seguridad. Se distribuyen al resto del mundo y son aplicadas. De esta manera son desarrolladas para oprimir un pueblo, y son aplicadas para oprimir otros pueblos también.
Por ejemplo, gran parte de las doctrinas de seguridad interior que aquí (Argentina),se recuerdan muy bien de la dictadura, de seguridad nacional, de seguridad interior o de control de movimientos sociales, infiltración en movimientos sociales, control de manifestaciones, control de acciones públicas, es sobre el “saber hacer” que se desarrolla oprimiendo a palestinos. Es decir, que cuando le compramos, no solamente colaboramos indirectamente con la continuidad de la opresión de los palestinos, sino que además los que lo están comprando lo hacen con intención de aplicarlo contra nuestros propios pueblos.
El mejor ejemplo está en la policia de la mayoría de los países europeos, no sistemáticamente, pero reciben entrenamiento de los israelíes. Las estrategias de infiltración en los movimientos sociales, la guerra judicial. Son estrategias que se desarrollan allí y que se venden al resto del mundo.
Resistencia Online: El otro día hablabas de la aplicación de IA en el genocidio. ¿Cómo funciona exactamente’?
Héctor Grad: Gran parte de la propaganda sionista es presentarse como una sociedad avanzada, occidental, plural y tolerante. Pero también como la más desarrollada tecnológicamente, lo cual en parte es cierto porque es de los países que más invierte en desarrollo tecnológico. De esta manera se presentan como uno de los lugares del mundo que genera nuevos conocimientos por el bien de la humanidad. Sin embargo han utilizado esta tecnología en el ataque a Gaza demostrando que el conocimiento y la ciencia no son neutrales.
La tecnología y el conocimiento bien pueden estar al servicio de combatir la catástrofe ambiental, el hambre y los padecimientos de la sociedad, o pueden servir para masacrar poblaciones. Los israelíes desarrollaron varios sistemas informáticos que a través de cruzar mutitud de fuentes que van desde imagen satelital a cámaras de vigilancia que tienen ellos en la valla de Gaza y la de Cisjordania, pasando por los drones que tienen constantemente sobrevolado territorio palestino, intervención de los teléfonos a través del Sistema Pegasus (que se utilizó en el ataque al Líbano de hace unas semanas). De esta manera cruzan toda esta información en una mega base de datos. Sobre la cual, a través de la estadística, determinan objetivos. Desde un alto mando de Hamás, oficiales intermedios, algún militante o puede ser alguien que pasaba por una concentración convocada por ellos. Toda esa gente termina en los registros. Generando una cantidad de posibles objetivos inabarcables para la capacidad balística israelí incluso. Además cuenta con holguras de daño colateral. Que Israel se ha encargado de modificar después del 7 de Octubre. Si antes para matar a un militante de base podias matar un número reducido de personas ahora tenés permitido matar a toda su familia, si es un cargo intermedio 50, es decir un edificio entero, y para un alto mando 250 personas, pudiendo cargarse toda una manzana.
Resistencia Online: Viviste 9 años en Israel. ¿Cómo es vivir en Israel con toda la tensión étnica y cultural que conlleva?
Héctor Grad: Si no fuera por el conflicto que se vive podría ser un lugar interesante justamente por la diversidad étnica y cultural. Por la belleza del espacio incluso. Pero claro, con una visión crítica mínima, se divisa que aquello es una empresa de colonización centenaria con un coste altísimo. Por ejemplo puedes entrar en un parque nacional y entre los pinos plantados por Israel para tapar la vieja Palestina, podés encontrar un olivo o un limonero proveniente de épocas previas a la ocupación.
En Israel no solo se vive la tensión para con Palestina, sino que también se vive la tensión interna, puesto que el 20% de la población es árabe, y son tratados como ciudadanos de segunda. Es una política de estado, esto es a nivel educativo, sanitario y laboral. Israel oprime a los ciudadanos árabes en todos los órdenes de la vida cotidiana. Aquello es un régimen de Apartheid con acoso policial incluído.
La población árabe en Israel es intervenida, vigilada, infiltrada y castigada con elementos como las detenciones administrativas. Que pueden durar años y sin juicio de por medio. Si el personal de seguridad israelí estima que sos un peligro para la seguridad nacional pueden detenerte. Esto ha alcanzado a niños inclusive, rompiendo lo establecido por el derecho internacional, consideran infancia solamente a los menores de 12 cuando debería ser a los menores de 16. Además muchas veces el detenido no conoce el motivo de la detención porque la fuente denunciante se mantiene en la clandestinidad.
En israel también hay tensiones entre los propios judíos, los orientales y los occidentales. Los ashkenazi, los sefardíes, los emigrados de América del norte, y los provenientes de otros países de Medio Oriente. Que no se sentían para nada identificados con el proyecto de colonización sionista, entonces el Mossad organizó campañas, que incluyeron atentados a Sinagogas y centros culturales para convencerlos de que el único lugar seguro sería Israel. Esto lo han dicho públicamente incluso. Así convencieron a un sector importante de los judíos de la región.
Por último, algo evidente, siempre existió una tesión entre los judíos practicantes y los laicos. Originalmente este último grupo era mayoritario y esa tendencia tendió a revertirse en el último tiempo
Resistencia online: vos confrontas con la idea de que Israel es el “lugar seguro” que tuvo que construir el judaísmo para escapar del antisemitismo.
Héctor Grad: El sionismo se presenta como un movimiento de reacción frente a las ofensas antisemitas en Europa. Principalmente ante los bloques antisemitas en Europa Oriental de finales del siglo XIX. A esto Hannah Arend´t lo describe como una relación perversa entre antisemitismo y sionismo, el sionismo necesita del antisemitismo para justificar su existencia. Ella era sionista pero llega a una conclusión tan obvia como superadora: “lo mejor es terminar con el totalitarismo y el antisemitismo”. Arendt también caracteriza que el sionismo se encaminaba a ser un proyecto genocida.
En contra de la percepción que se puede tener actualmente el sionismo fue durante sus primeros 50 años un movimiento completamente marginal dentro del Judaísmo, especialmente donde surgió, en Europa Oriental. La hegemonía en las comunidades judías de Europa Oriental era el Bund, un sindicato socialista de izquierda que además era militante. Este espacio consideraba que el sionismo era un movimiento pequeño burgués en contra de los intereses de las masas judías.
Resistencia Online: Un poco viniendo de esto último que conversábamos del antisemitismo, y de estas tensiones que vos describías de la vida en Israel, lleva a una pregunta. Después de tantos años. ¿Cómo se soluciona esto?
Héctor Grad:La única solución posible a la situación allí es un proceso de descolonización; terminar con el régimen de colonialismo de asentamiento y, segundo, con el sistema de apartheid que han establecido en Palestina para controlar la población. La solución más lógica, es que haya un estado democrático en todo el territorio de Palestina, donde las personas no sean discriminadas por su origen étnico, religioso o lo que sea. Y, segundo, que garantice la igualdad y el bienestar a toda su población, y no lo que existe hoy.
Israel ya controla el conjunto de toda Palestina; lo tiene bajo su control militar, pero lo que implanta es un sistema de discriminación que establece una ciudadanía de primera para la población judía, y luego cuatro tipos de regímenes jurídicos diferentes para los diferentes fragmentos de la población Palestina.
Primero los que son ciudadanos de segunda o de tercera son los palestinos que tienen ciudadanía israelí, los que quedaron en el ’48 y no fueron expulsados del territorio.
Un segundo grupo, son los de Jerusalén. Jerusalén fue anexada por Israel en 1981. Ellos dicen que es toda suya. Pero la resolución de partición de la ONU de 1947, la ONU lo que decía era que iba a haber tres territorios: uno judío, uno árabe y Jerusalén, que sería un espacio separado bajo control internacional para asegurar el ingreso de todos los creyentes de las diferentes religiones a los lugares Santos de las tres religiones monoteístas.
Resistencia online:¿Esta descolonización implica necesariamente un conflicto bélico? Héctor Grad: Tenemos experiencias donde se ha descolonizado sin conflicto bélico como Sudáfrica. Donde el apartheid blanco cae por su propio peso, justamente porque el bloqueo internacional y los conflictos internos hacen que deje de ser rentable para los propios blancos. Y aquello ya no es más un régimen de apartheid; por lo menos, institucionalmente es lo que define la cosa, aunque tengas sus contradicciones.
Entonces, en algún momento, ¿es posible que eso exista en Israel? Hay algunas voces que hoy, a partir del 7 de octubre del año pasado, ya dicen que esto es un punto de inflexión y que marca el comienzo definitivo de la decadencia del sionismo. Va a ser inviable que los gobiernos sigan a largo plazo apoyando al sionismo con tanto rechazo popular.
Israel, por sí sola, es incapaz de sobrevivir. Uno de los efectos, no ya del ataque del 7 de octubre, sino de una tendencia a más largo plazo que tiene que ver con la crisis que está pasando la sociedad israelí, y especialmente los gobiernos cada vez más de ultraderecha, es que una parte de la clase media ilustrada, todo el que puede o la que puede conseguir un trabajo en algún otro lugar, está intentando irse.
En estos 70 años que han pasado del ’48 hasta hoy, se ha formado una sociedad diversa, con sus relaciones, con sus raíces. Y no van a irse a ninguna parte. Una parte pequeña se podrá ir, pero la mayoría del pueblo no va a poder irse por una cuestión de clase.
Y eso abre también posibles perspectivas o posibles brechas estratégicas que pueden marcar el fin del sionismo. Las tensiones entre los propios judíos que pagan la situación y aquellos que se están beneficiando y mantienen el sistema.
No habría esta situación de no ser por la resistencia palestina. Si el régimen sionista implosiona va a ser pura y exclusivamente porque existe, a pesar de 100 años de apartheid, de colonización y de genocidio, no se rinde.Tendrá sus contradicciones, tendrá sus errores, pero el pueblo no está dispuesto a suicidarse o desaparecer de la faz de la Tierra como pretendían los sionistas.
Resistencia Online: Siempre es un campo complicado para las izquierdas que reivindicamos los derechos LGBT, los derechos de las mujeres. Esto tiene contradicciones con la resistencia palestina. Contradicción que además es utilizada como argumento, como combustible del posterior genocidio ¿Dónde nos posicionamos nosotros en eso, entre quién dirige esa resistencia, sobre todo en Gaza?
Héctor Grad: Bueno, por supuesto, en defensa de las comunidades LGBT y todas las diversidades que haya en el lugar. Eso no impide que el motor de cualquier cambio en la situación es que exista resistencia. El pueblo palestino lo ha demostrado a lo largo de su historia. Ha sido capaz de hacerla a través de la lucha armada, a través de la confrontación política, a través de la movilización popular, a través de generar proyectos que incluyen y que dan una solución incluso a la población colona.
La carta fundacional de la OLP reza: “un estado, un estado laico y democrático”, no hablan de dos naciones, pero hablan de que aquí va a tener lugar todo el que quiera quedarse.
Nosotros no tenemos porqué aceptar la ideología reaccionaria de Hamás. Claramente, ni nosotros ni los propios palestinos que no están de acuerdo con eso, ni siquiera en Gaza. Otra cosa es que los palestinos se pongan detrás de ellos (Hamás) porque son los que están dando la cara. Es un problema, el que no haya alternativa de izquierda.. Si hay un problema, es que no hay alternativa de izquierda. Uno se pregunta: “¿Y qué pasa con la izquierda en Gaza?”. La izquierda en Gaza fue durante unos 20 años el baluarte de la izquierda palestina, estaba el Frente Popular de Liberación de Palestina, hasta que entraron los israelíes y les masacraron, igual que lo de la guerra del Líbano o igual que lo de ahora en Gaza pero hace 40 o 50 años. Fueron liquidados por Sharon, que después sería primer ministro Israelí. El espacio que dejó la izquierda lo ocupó Hamás.
A pesar de la potencia israelí, su capacidad de imponer las condiciones que ellos pretenden es limitada. No fueron capaces, ni podrán ser capaces de borrar del mapa a Hamás porque es una organización con raíces populares que responde a necesidades. Estemos o no de acuerdo con la forma en que le dan, es un reflejo de una voluntad popular de resistir.
El ataque ha generado contradicciones fuertísimas dentro de la propia sociedad israelí. Primero: ha hecho evidente, a pesar de la propaganda, que toda esta potencia militar e inteligencia que yo describí hace un ratillo, son incapaces de controlar ni siquiera a una banda de desarrapados que no tiene otra cosa que pensar de qué manera sobrevivir.
Hay una sensibilidad internacional muy fuerte. Entonces, los tres factores: la resistencia palestina, las contradicciones internas y el movimiento internacionalista que fractura el apoyo internacional al sionismo, son factores de esperanza. Esto va a tener fin.