La cúpula de la CGT llamó al paro general recién para el 24 de enero. Esto es una traición a quienes están luchando contra el DNU y la Ley Ómnibus, dos iniciativas que golpean brutalmente las condiciones de vida de los trabajadores y atacan la democracia.
La noticia de la convocatoria de las cúpulas cegetistas está generando muchísima bronca entre los trabajadores a lo ancho y largo del país. Nos llegan a esta redacción decenas de mensajes de trabajadores de diferentes gremios indignados que no pueden aceptar lo evidente del accionar traidor de la dirección de la central.
El paro general lo necesitamos ya, no para el 24 de enero. La estrategia de la CGT se inscribe en la del peronismo más en general que plantea que “hay que esperar que se sienta el ajuste”, para salir a golpear al Gobierno. Según estos dirigentes, no se puede enfrentar a Milei en un momento en el que está fuerte. Lamentablemente esta estrategia es derrotista porque implica que los trabajadores dejemos pasar la destrucción de nuestros derechos, la pulverización de nuestros salarios y la restricción total de la democracia.
La estrategia de “esperar que se sienta el ajuste”, nos deja sin democracia, sin derecho a huelga y con millones de compañeros hundidos en la pobreza. Quienes realmente estamos comprometidos con la resistencia a estas medidas brutales para nuestra clase, debemos impulsar cacerolazos y exigir en todo ámbito el adelantamiento del paro general.