Luego de desplegar un inmenso operativo represivo contra quienes resistimos y con varias concesiones, el Gobierno de La Libertad Avanza logró que el PRO, la UCR, Hacemos Coalición Federal y bloques menores le aprobaran el proyecto. Aún quedan las votaciones en particular y el Senado. La lucha continúa y el martes a partir de las 14 horas, cuando se procede a votar artículo por artículo, organizaciones de izquierda y asambleas barriales volverán a concentrarse en el Congreso. La CGT por ahora sigue en silencio.
Privatizaciones
De 41 empresas en el proyecto original, se pasaron a 27. Además, el Gobierno accedió a presentarlas en anexos aparte por cada empresa, por lo que podrán votarse de manera independiente cada compañía estatal.
Luego de sacar de la lista a YPF, la oposición dialoguista consensó con el oficialismo retirar Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), Casa de Moneda, Fabricaciones militares, Radio Litoral, Servicio de Radio y TV de la Universidad de Córdoba, Vehículo Espacial Nueva Generación y Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio.
A la par, en las nuevas modificaciones se estableció que en el caso del Banco Nación, la empresa de telecomunicaciones y satélites espaciales ARSAT y la compañía generadora de energía eléctrica Nucleoeléctrica, el Estado sólo podrá realizar una “privatización parcial, debiendo mantener el control de la empresa como es el actual caso de YPF.
El martes en el Congreso se decidirá, entre otras cosas, si se aprueba la privatización de empresas como Aerolíneas Argentinas, AySA, Télam, Correo Argentino, TV Pública o Trenes Argentinos.
El martes en el Congreso se decidirá, entre otras cosas, si se aprueba la privatización de empresas como Aerolíneas Argentinas, AySA, Télam, Correo Argentino, TV Pública o Trenes Argentinos.
Esto implicaría una entrega fundamental de derechos a un grupos de capitales concentrados que lo transformarán en ganancias millonarias con una mínima inversión. Además, con las privatizaciones se perderán cientos de miles de puestos de trabajo. El derecho de los trabajadores a viajar a un precio accesible que posibilitaría tenerlos bajo la órbita del Estado se vulnerará para que pueda hacerse cargo empresarios que nos robarán con los precios del boleto. Lo mismo ocurre con el acceso a la información que brindan los medios públicos. Quieren transformar a Télam, La TV Pública y Radio Nacional en otro megáfono de los medios hegemónicos.
Facultades delegadas
De las 11 facultades delegadas de la versión anterior, se pasa a 6: Económica, tarifaria, energética, de seguridad, financiera y administrativa. El Gobierno tiene capacidad de reintroducir la mayor cantidad de concesiones que hizo en el Congreso sin la necesidad de volver a pasar por la decisión del palacio legislativo. Además con la facultad económica podrá desplegar más eficazmente el ajuste que le prometió al FMI de 6 puntos de PBI y con la facultad de seguridad, Bullrich podrá tener más herramientas para avanzar con sus operativos represivos.
La facultad tarifaria le podrá servir para implementar tarifazos de todo tipo sin la “molesta” necesidad de, además de pasar por el Congreso, hacer esas audiencias en las que tanto peronistas como troskos opinábamos con todos nuestros fundamentos.
A no bajar los brazos: La ley aún puede caer o podemos voltear artículos claves
Quienes queremos que esta ley no pase, tenemos un solo objetivo que sigue siendo el mismo después de la media sanción en el Congreso: llenar la calle de gente. Sigue habiendo muchos mecanismos institucionales para que la ley caiga o se reduzca drásticamente. El problema es construir una mayoría social contra le ley que luego se manifieste en el Congreso. Esto es lo que puede inclinar la balanza y terminar de romper los bloques de la oposición dialoguista.
Si luego de las modificaciones en la votación por cada artículo en particular del próximo martes, pasa al Senado y tiene modificaciones, eso pasa de vuelta al Congreso. Estos largos tiempos del proceso se desarrollan mientras Milei cae en las encuestas y se transformó en un villano al que odia gran parte de la sociedad. Esta combinación de elementos puede generar muchos problemas en el futuro cercano al Gobierno.
Mientras tanto, la CGT debe convocar para el martes a un paro general y una importante movilización como las del 24 de enero. Desde las asambleas barriales y las organizaciones debemos exigirle esto a las cúpulas sindicales y que sean ellos los que tengan que explicarle a los trabajadores si deciden guardarse y a que intereses responden.
Durante los siguientes días, mientras se desarrolla la sesión, tenemos que explicar porque no hay que privatizar las compañías estatales y no podemos dejarle ni una sola facultad delegada a Javier Milei. Estos dos aspectos son el corazón de la batalla contra lo que queda de la Ley Ómnibus. El destino de la vida de millones de trabajadores se concentrarán en los próximos días. Cada artículo que logremos que se elimine y cada obstáculo que le pongamos al Gobierno será un importante alivio a la clase trabajadora.