“La Maldad huele el miedo a la muerte” para luego “destruir todo a su paso y marcharse a un lugar que ni vos sabés que existe”, dijo Mirtha (Silvina Sabater) en “Cuando Acecha la Maldad”, una película que con su éxito arrollador dotó al cine argentino de género fantástico y de terror.
Las afirmaciones de Mirta pueden leerse en clave política, como reflejo del carácter depredador de estas expresiones y manifestaciones políticas que pareciera que tienen como único norte la total aniquilación de los pueblos, mediante mecanismos depredadores en materia económica, social y psicológica.
La película cumple lo que promete. Con un ritmo frenético, pasando a la acción a pocos minutos de iniciada, y mediante un muy buen uso de los efectos prácticos, logra transmitir un escenario caótico que, sumado a lo oscuro de su paleta de colores, construye un mundo opaco e inquietante.
Esto sin dejar de lado al sonido que, priorizando lo ambiental, logró imprimir lo desolador del sentirse roto, sin tener a quien recurrir. El mal, adquiera múltiples formas y expresiones.
¿De qué trata?
Según la sinopsis oficial, el argumento gira en torno a los siguientes hechos: “En un pueblo remoto, dos hermanos descubren a un hombre infectado por fuerzas malignas que está a punto de dar a luz a un demonio. Desesperados por evitar la entrada del Mal a su pacífico mundo, los hermanos descubrirán la terrible verdad: es demasiado tarde.
El derecho a la poesía y la resistencia contra el apagón cultural
“Cuando acecha la maldad” fue estrenada en las salas argentinas el 9 de noviembre del pasado 2023, enmarcada dentro del subgénero de ‘posesiones’ fue escrita y dirigida por el director argentino Demian Rugna que vuelve a la carga tras “Aterrados“, su última cinta que vio la luz en el año 2017. Estuvo producida, sin apoyo de grandes firmas, por las casas independientes Aramos Cine, Machaco Films y distribuida vía la plataforma de streaming estadounidense Shudder.
Contó con las actuaciones protagónicas de Ezequiel Rodríguez, Demian Salomón, Luis Ziembrowski y Silvina Sabater.
Los premios
El sábado 14 de octubre de 2023 se galardonó el film como la mejor película extranjera en la edición del festival de cine fantástico y de terror de Catalunya (SITGES). “Cuando acecha la maldad” es el primer metraje latinoamericano en alzarse con este galardón tras 50 años de historia.
Esta premiación pone en valor a la cinematografía nacional, dándole el peso e importancia que esta merece. Al ser entrevistado por el medio Europa Press, Rugna manifestó lo siguiente: “Es un premio que me ha hecho muy feliz y va a hacer muy feliz al cine argentino” y agregó “un momento complicado y el cine está recibiendo un poco los golpes de los vaivenes económicos.”
Estas últimas declaraciones, traen a colación la angustiante situación socioeconómica de nuestro país, exacerbada tras la llegada al gobierno nacional y la posterior reglamentación del Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 70/2023 el pasado 11 de diciembre, barriendo de cuajo con multiplicidad de derechos conquistados a lo largo de la historia.
En defensa de la cultura
En lo que respecta a la industria del cine nacional, tal como pudo recabar el periodista Fernando Broveli para la nota titulada “Cacerolazo cultural en todo el país: el arte organizado reclamó sostenibilidad” y publicada el pasado miércoles 10 de enero de 2023 en el portal web de Ámbito Financiero, se estipula que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) continúe existiendo, más el Fondo de Fomento Cinematográfico quedaría en “un impuesto equivalente al diez por ciento aplicable sobre el precio básico de toda localidad o boleto, y con los recursos que defina el Presupuesto Nacional”. Esta modificación, de aprobarse el DNU, dejaría sin efecto la Ley 17.741 para sostener las políticas culturales de fomento con el 25% “de las sumas efectivamente percibidas” por el Ente Nacional de Comunicaciones sobre los tributos de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Retornando al terreno inicial, los galardones obtenidos por la cinta, la misma se convirtió en la película argentina más vista, 200.000 espectadores. Esta cifra es doblemente significativa al tratarse de una pieza audiovisual de factura independiente.
Facundo Ezequiel Martínez
