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    Peso Pluma y la narcocultura: ¿Testimonio o apología?

    Una canción típica de Peso Pluma puede empezar con un intrincado arreglo de guitarra y trompeta que emula a la música regional mexicana tradicional. Sin embargo, la letra habla de cargamentos de droga, capos del narcotráfico y convoyes militares. Los “corridos tumbados”, género que está subiendo a lo más alto de la música a nivel mundial, son una versión moderna de los corridos, baladas folclóricas que, desde la Revolución Mexicana, han narrado historias atravesadas por el contexto social de México.

    Los narcocorridos 

    En los años 70 nacieron los narcocorridos, un subgénero repleto de historias sobre el tráfico de drogas en el país. Sin embargo, su enfoque ha ido evolucionando con los años: En sus inicios, había una moraleja o condena sobre el narcotráfico; mientras que, en la actualidad, esa crítica fue reemplazada por una celebración del narcotraficante.

    En los años 70 nacieron los narcocorridos, un subgénero repleto de historias sobre el tráfico de drogas en el país.

    El corrido es un espejismo de la situación social del país. No solo la violencia en las canciones se recrudeció, sino que las letras relatan las escenas fuertes que se repiten todos los días en un México sometido por el narcotráfico y la guerra entre carteles. “La realidad es que son intérpretes, cantan canciones que reflejan lo que la gente vive a diario. En el mundo hay cosas buenas y cosas malas”, dice George Prajin, representante de Peso pluma para la revista Rolling Stone.

    Pasado y presente de los corridos 

    Los corridos tumbados son el producto de una mezcla cultural en la frontera entre México y Estados Unidos. El hip-hop narra situaciones de la vida diaria del sector afroamericano y, desde sus inicios, muchos de los artistas han recurrido a los simbolismos de los gángsters para relatar el tráfico de drogas, la violencia que conlleva y sus ganancias. Justamente, Peso vivió un tiempo en Texas y absorbió la influencia de raperos como Tupac Shakur y Biggie Smalls.

    “La realidad es que son intérpretes, cantan canciones que reflejan lo que la gente vive a diario. En el mundo hay cosas buenas y cosas malas”, dice George Prajin, representante de Peso pluma para la revista Rolling Stone.

    Estos nuevos artistas retoman elementos del folclore mexicano y los fusionan con componentes vistos dentro del género urbano, por lo que se ha atraído a un público joven identificado con el regional mexicano, pero que busca diferenciarse del pasado. Peso usa zapatillas deportivas de alta gama, ropa halagada y lentes de sol. Emula la manera de vestir de un rapero, muy distinta a la del estereotipo de cantante mexicano, cuyo estilo tiende a lo campirano.

    El Belicon

    Una de los primeros éxitos de Peso fue “El Belicon”, que entró en la lista Hot Latin Songs de Billboard y consiguió ocho discos de platino. En esta, se narra el actuar de un narcotraficante, mientras que en el video se les ve corriendo con máscaras y fusiles. Según la periodista Anabel Hernández, la canción fue encargada por Néstor Isidro “El Nini” Pérez Salas, exjefe de seguridad de ‘Los Chapitos’. Es más, según ella, el videoclip habría sido grabado en una de sus mansiones.

    Corridos por encargos

    Peso admitió en una entrevista para Soy Grupero que ha hecho corridos por encargo, pero que sus canciones no buscan venerar la cultura narco. “No es como que nosotros dijimos ‘vamos a hacer un homenaje, vamos a hacer alusión o que la gente lo venere’. No, simplemente son encargos, es a lo que nos dedicamos, a escribir canciones y entregar nuestro trabajo”.

    Estrellas del narcocorrido como Chalino Sánchez o Valentín Elizalde han sido asesinados por los rivales de los narcotraficantes que mencionan en sus canciones, y Peso no ha escapado del peligro de sus acciones: El año pasado, antes de su concierto en Tijuana, aparecieron varias pancartas que decían: “Esto va por ti, Peso Pluma. No te presentes el 14 de octubre porque será tu última actuación”, firmadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación, rival del Cártel de Sinaloa.

    López Obrador contra los corridos 

    Desde los 80s, distintos gobiernos han criticado a los corridos por su asociación con las drogas y la violencia. Tal es el caso del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que los denunció públicamente: “Pueden cantar lo que quieran, pero no nos vamos a quedar callados cuando dicen de que son buenas las tachas y que tienen un arma calibre .50, o que son sus ídolos los narcos más famosos”.

    Otro ejemplo es el de Montserrat Caballero Ramírez, alcaldesa de Tijuana, que prohibió los narcocorridos para proteger a los niños y adolescentes de este tipo de música. “No importa cuántas armas secuestre o cuántas detenciones haga este municipio, lo más importante es cuidar la salud mental, que empieza por los ojos y los oídos”.

    Peso Pluma entre la censura y el éxito 

    Estas censuras no solo están presentes dentro de México. Ante la posible presencia de Peso Pluma para cerrar el festival de Viña del Mar, el directorio de Televisión Nacional de Chile, el canal que transmite el evento, solicitó cancelar la participación del cantante mexicano, argumentando que “no puede compartir, transmitir, ni fomentar repertorios alusivos a la violencia, el narcotráfico y otros elementos relacionados con la narcocultura”. Sin embargo, Peso no se presentó al recital por “problemas personales”.

    La censura solo genera viralización

    Según un estudio acerca de la censura al narcocorrido en México, escrito por César Jesús Burgos, las regulaciones sólo han significado un impulso comercial para el género. Es más, posicionaron a los artistas como rebeldes al sistema. En Spotify, los streams de música mexicana se han triplicado desde 2019, y cinco de los artistas del género entraron en el Top 50 de los artistas globales de la plataforma. Peso, el líder de la lista, fue escuchado nueve mil millones de veces solo en 2023.

    Según Billboard, el consumo de música regional mexicana en los Estados Unidos aumentó 42.1% en 2023, siendo solamente superado por el K-pop, con un aumento del 49,4 %. Esto va de la mano con un incremento del consumo del mercado estadounidense de la música latina. No obstante, los temas mundialmente conocidos del nacido en Guadalajara están alejados de la temática del narcocorrido.

    Peso Pluma ha estado en lo más alto de las listas musicales con canciones como “La Bebé”, que habla sobre fiesta y seducción.

    Más allá de esto, en una entrevista para Rolling Stone, el cantante mencionó que está pensando en su próximo álbum como una respuesta a la prensa negativa que lo rodea. “La gente ya vio el lado bueno, pero creo que este año van a conocer un lado más oscuro”. Va a haber muchas cosas sobre por qué hacemos lo que hacemos, y por qué cantamos lo que cantamos, por qué la gente nos enfrenta entre nosotros”, sentenció.

    Natalio Depino

     

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