“¿Por qué es importante esta región? Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras poco comunes, tienes el triángulo del litio, que hoy en día es necesario para la tecnología. El 60% del litio del mundo está en el triángulo de litio: Argentina, Bolivia, Chile… Tenemos 31 por ciento del agua dulce del mundo en esta región… Con ese inventario, a EEUU le queda mucho por hacer, esta región importa, ya que tiene mucho que ver con la seguridad nacional y tenemos que empezar nuestro juego…”. Generala Laura Richardson, comandante del Comando Sur de los Estados Unidos.
“Se están llevando las divisas que requiere el desarrollo y cuando vienen, dicen: “¿Necesitás dólares? Bueno, dame el litio en bruto, acá no voy a hacer las baterías, me lo voy a llevar todo”. Y vos con la soga al cuello y con miedo que te revienten la economía y para evitar que la gente se te vaya encima terminás hundiéndote cada vez más. Si cierta dirigencia se puso de rodillas ante los laboratorios, imaginate ante el FMI: ¡le tiembla la pera!”. Máximo Kirchner, entrevista con Marcelo Figueras, el Cohete a la Luna.
Estas dos citas ilustran desde dos perspectivas distintas el plan del imperialismo y de la burguesía argentina para rediscutir el lugar que ocupa nuestro país en el concierto de la economía mundial. Existe la voluntad de transformar nuestro suelo en tierra arrasada y para esto, se utiliza la deuda con el Fondo Monetario. El FMI no es un organismo crediticio internacional, es un organismo de sometimiento del imperialismo. Ni en esa entrevista, ni en ninguna otra aparición, Máximo Kirchner dio respuestas a su acertado análisis.
Por otro lado, su madre, la Vicepresidente dijo en un discurso: “Si tu objetivo es ser un país exportador de materias primas con bajos salarios, tenés que tener la reserva del Banco Central repletas de dólares”.
Es decir, desde el punto de vista macroeconómico, no pueden salir más dólares de los que entran. Las cuentas de la deuda externa deben estar saldadas y los trabajadores deben tener poca capacidad de consumo, para que no se vayan divisas por la compra de insumos para electrodomésticos, autos y aparatos electrónicos. Cabe mencionar que Cristina Kirchner, no estaba planteando un proyecto al que había que enfrentar, estaba dando indicaciones de cómo realizarlo correctamente.
Por esta razón, todas las luchas son en el fondo la misma. Sean reclamos salariales, por condiciones de trabajo, contra el extractivismo contaminante, en defensa del presupuesto de salud y educación pública. Todas estas peleas se enfrentan de manera fragmentaria a un plan que es global: transformar a nuestro país y a Latinoamérica en una serie de colonias disponibles para el saqueo.
Posibilismo vs resistencia
En este país hay cientos de miles de militantes políticos, sindicales, sociales, culturales. Hay una amplia vanguardia de personas organizadas en partidos, movimientos sociales, agrupaciones, sindicatos, etc. Todos, cómo decía más arriba, militamos desde diferentes causas y perspectivas contra un mismo proyecto.
Este editorial parte de la percepción que desde el Movimiento Evita y el Kirchnerismo hacía la izquierda, hay una mayoría de bases que genuinamente se organizan por transformar la realidad de los de abajo. Excluimos de esta salvedad a algunos dirigentes, pero entendemos que quién se pone a militar, lo hace con la mejor de las intenciones y endereza. Toda esta gente, en la que nos incluimos, estamos atravesados en este momento político por una misma encrucijada: construir una alternativa de poder o construir una alternativa de lucha y resistencia. En esta coyuntura, ambas son imposibles.
Los compañeros ligados a las diferentes alas del kirchnerismo o el peronismo, se plantean trabajar en conjunto con quienes hicieron el acuerdo con el FMI y los encargados de aplicar el ajuste. Las bases del Movimiento Evita, del Kirchnerismo, del Frente Patria Grande y otras organizaciones, duermen con el enemigo. Estas organizaciones saben esto perfectamente, pero tienen una serie de razones para continuar con esta táctica.
1- “Se construye más poder, desde un proyecto mayoritario y desde una alternativa real de gobierno, que de manera independiente”. Esta afirmación es interesante contestarles con palabras de la propia Cristina. En una entrevista con la conductora radial Beatriz Vernaci, la Vicepresidenta explicó: “Quién piense que por estar en el Gobierno se tiene poder, está muy equivocado. Quienes estamos en funciones de un determinado gobierno, tenemos, ponele, un 20% del poder”.
En otro discurso, planteó: “Las democracias en todo el mundo no vienen pudiendo enfrentar a los poderes fácticos. Es decir al poder concentrado económico, judicial, mediático y de las oposiciones de derecha”.
Cristina misma describe que, si llegara al Gobierno, cosa que aparentemente está bastante lejos de suceder, el peronismo tendría serías dificultades para luchar contra “los poderes fácticos” y resolver las necesidades del pueblo trabajador.
2-“Estando en el Frente de Todos, se le puede dar más poder a Cristina. De esta manera, se fortalece la dirigente política más cercana a los reclamos populares que tiene posibilidades de ganar las elecciones”. En este caso, la misma aludida se encargó de decir de todas las maneras posibles, una y mil veces que NO será candidata.
3-“Estamos en el Frente de Todos, porque es ahí dónde están los trabajadores y los sectores populares organizados”. Para discutir esta razón, cabe solo citar los datos: El Frente de Todos perdió entre el 2019 y el 2021 un 40% de los votos. Luego de eso, la inflación y la pobreza continuaron creciendo, razón por la cual estimamos que esta caída continuó su curso.
Con esto queremos decir que quienes realmente queremos defender los intereses de la clase obrera, no podemos construir poder real en el Frente de Todos. Sea porque tendríamos que militar con los verdugos de la clase obrera, porque pasaríamos intentando ganar un gobierno que no tendría el poder para transformar las cosas o porque estaríamos intentando fortalecer a una candidata que no va a presentarse.
Frente al plan de entrega y ajuste que se viene, tenemos que construir poder desde abajo. Somos cientos de miles, los que estamos dispuestos a enfrentar el proyecto de entrega que el imperialismo y sus socios locales tienen para nosotros.
¿Cómo construir una alternativa de resistencia?
Para articular toda esta fuerza, tenemos que ser democráticos. No hay manera de que quienes militamos contra una poder tan fuerte logremos una lucha efectiva si no podemos debatir sobre cuál es la mejor manera para hacerlo. Acá no hay grandes dirigentes históricos, ni personalidades que sinteticen la lucha del pueblo trabajador. Lo que hay, lo que se ve en miles de marchas y actividades, son militantes que día a día dan lo mejor que tienen. Esa es la potencia que necesitamos para poner la resistencia de pie.
La izquierda es independiente de los verdugos de los laburantes. No duerme con el enemigo como lamentablemente lo hacen los compañeros del peronismo. Pero ser independiente no alcanza, además hay que ser democrático. Muchos militantes fuimos expulsados de nuestras organizaciones y vemos con preocupación cómo hay dirigentes que están más interesados en su “prestigio” y control sobre las organizaciones que en construir poder real. Es increíble que en su momento Lenin haya estado dispuesto a perder votaciones en el Partido Bolchevique y acá haya dirigentes que aún no dirigieron ni una huelga, que sientan como una ofensa cualquier cuestionamiento.
Además, no son valientes las construcciones sectarias. Tenemos que reagruparnos. Los militantes que estamos dispuestos a construir organizaciones en las que el debate libre sea un derecho de todos, tenemos que estar juntos y discutir. Algunos ganarán y otros perderán, se hará la experiencia y se sacarán conclusiones. La realidad será la que dará la razón a unos o a otros. Tenemos que entender que tener la razón no es lo más importante, lo más importante es tener la fuerza que da la unidad y sobre todo, tener la victoria de nuestra clase.