El miércoles 14 de agosto la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de Ley que busca declarar la “esenciallidad” de la educación y limitar el derecho de huelga a los docentes. La iniciativa recibió 113 votos a favor, 95 votos en contra y 2 abstenciones.
Las fuerzas políticas que votaron afirmativamente por el proyecto fueron La Libertad Avanza, el Pro, gran parte de la UCR y dos diputados de Unión por la Patria. Mientras que los votos de rechazo provinieron de la mayor parte de Unión por la Patria, la totalidad de la izquierda.
¿Qué dice el proyecto?
El proyecto de ley plantea que para hacer cumplir a toda costa los 180 días anuales del calendario escolar se limiten las medidas de fuerza, debiendo garantizar la apertura de las escuelas el primer día de conflicto con el 35 % del personal, y desde el segundo con el 50%. Además le da la potestad a los directivos para establecer quienes deben cumplir esa medida, así como la obligatoriedad de recuperar todos los días perdidos independientemente de la razón de la suspensión de clases.
No obstante, no se menciona una palabra de presupuesto para infraestructura ni se alude a la calidad educativa. Ignora que la mayor parte de los días de suspensión de clases se deben a razones climáticas o a falta de condiciones edilicias. Si bien es el deplorable estado de abandono de las escuelas con falta de luz, gas o agua potable lo que más afecta al dictado de clases, el gobierno de Mile busca ir directamente contra la docencia y su derecho de reclamo.
¿Es la Educación un “servicio” esencial?
La Ley Nacional de Educación N° 26.206 establece que la educación es un derecho, no un servicio. En su artículo 2° establece: La educación y el conocimiento son un bien público y un derecho personal y social, garantizados por el Estado.
Con respecto a la definición de esencialidad, en nuestro país los servicios esenciales están determinados por el Decreto 843/2000 del Ministerio de Justicia de la Nación. Este, a su vez, se ajusta a lo establecido por el Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo.
La OIT considera como servicios esenciales sólo a “aquellos cuya interrupción pudiera poner en peligro la vida, la seguridad o la salud de las personas en toda o en parte de la población.” Estos son los hospitalarios, los telefónicos, las distribución de agua potable y de energía eléctrica, así como el tráfico aéreo. Claramente la educación no entra en esta definición de servicio esencial.
La pasividad y cobardía de los gremios
Mientras llegaban cientos de mandatos de escuelas firmados por miles de docentes pidiendo paro con movilización SUTEBA, a nivel provincial, y CTERA, a nivel nacional, hacían la vista gorda y simplemente convocaron a movilización con constancia gremial. Baradel se reunía con otros dirigentes burocráticos en Corrientes mientras las bases le están exigiendo al sindicato una reacción contundente contra la inminente amenaza de perder nuestros derechos laborales y constitucionales más básicos.
Pese a que el gremio no lo convocara oficialmente, los docentes realizaron un contundente paro con un alto nivel de acatamiento mientras se sesionaba en diputados. La conducción celeste permaneció muy poco tiempo en la concentración frente al Congreso, alrededor de unas dos horas.
La docencia encolumnada con la lista Multicolor y activistas independientes le gritaban “paro, paro, paro, paro general” y “con esto sólo no va a alcanzar, hay que votar un plan de lucha nacional” la lista celeste ponía música para tapar los cantos y se dedicaba a bailar murga. Tras un breve entrenamiento en el que la policía golpeó y arrojó gases a parte de los presentes, la celeste desconcentró rápidamente, llevándose consigo a todos los independientes que necesitaban una constancia gremial para no perder el día.
La celeste viene dejando pasar con su inacción graves ataques contra los trabajadores y sus métodos de organización burocráticos no ayudan mucho. Ese miércoles a última hora convocaron a una Asamblea extraordinaria para el día siguiente, jueves 15, para votar la propuesta salarial del gobierno bonaerense, la cual mantienen en absoluto secreto hasta minutos antes de la Asamblea.
En lo que va del año casi no han llamado a Asambleas, sólo a una reunión de delegados en la que no se realizaron actas de los discutido. Tanto en esta ocasión, como en la del pasado 12 de junio se han movilizado con constancia gremial para quienes marchen en su columna, negándose a llamar a un paro que pueda salírseles de las manos.
¿Cómo lo viven los docentes?
Si hablamos con los docentes veremos que se encuentran agotados por las excesivas horas de trabajo para un salario que cada día vale menos. Trabajan en escuelas destruidas por la falta de presupuesto en infraestructura y teniendo que luchar contra la corriente para evitar un degradamiento aún mayor de la calidad educativa.
Ante todo estos se sienten defraudados por conducciones sindicales que no escuchan sus problemas y sólo miran por intereses electorales. La única salida es organizar asambleas por escuelas, respetar la democracia de las bases a la hora de pensar medidas de lucha para fortalecer el diálogo de los docentes con los padres y la comunidad a fin de explicar cabalmente qué es lo que implica este ataque del gobierno.
