La brutal depreciación de nuestros salarios, los anuncios aspirinetas de Massa, la traición a los inquilinos y el avance de Milei. Vivir en Argentina se ha vuelto una lucha diaria.
Atrás quedaron las noticias de los saqueos y la discusión sobre si fueron orquestados o espontáneos. La veloz implacabilidad de los acontecimientos y lo atroz que se volvieron las condiciones de vida para la inmensa mayoría de los argentinos, vuelve al pasado algo etéreo. La carestía tiene la urgencia del presente y la última semana de agosto encuentra a millones de trabajadores sin lo necesario para llegar a fin de mes.
Además, la votación que en el Congreso reformó ya la mala Ley de Alquileres y la volvió…peor. Juntos por el Cambio, gracias a la ayudita de 13 diputados oficialistas que estuvieron ausentes, logró aprobar dos enmiendas que vuelven más difícil la tarea de conseguir un alquiler en los centros urbanos en general y en la Ciudad de Buenos Aires en particular. Ahora los contratos son por dos años y la revisión de precios se hace cada cuatro meses en vez de anual. Con la particularidad de que en vez de tener un índice oficial en el que basarse, se hará “de común acuerdo entre propietario e inquilino”. Claro, es obvio que quién es dueño de un inmueble y quién no tiene dónde vivir en un mercado complemente signado por la falta de ofertas están en igualdad de condiciones.
En este mar de desesperanza ¡Qué bueno que llegó la suma fija y “el plan platita” de Massa!…
Massa te da una aspirineta después de que te pasó un camión por encima
Las medidas de “compensación” del Gobierno luego de la devaluación del 22% son prácticamente una curita sobre una herida profunda. Nos robaron de un hachazo un 22% de salario y Massa nos ofrece dos pagos de 30 mil pesos, que en términos reales ya contempla los aumentos que íbamos a recibir. Es decir, si como a quién les habla, ya le correspondía un aumento de cerca de 15 mil pesos, la medida del superministro viene a “completar” con 15 mil pesos más. En esta dinámica inflacionaria en la que se presume que agosto va a superar las dos cifras, la suma fija de Massa se va a evaporar en un suspiro.
Mientras tanto, Milei oscila entre moderar su discurso y prometer que cerrará el Conicet, eliminará ocho ministerios y reprimirá cuanta manifestación se oponga.
Los delirios de Milei y su ofensiva real contra los trabajadores mientras señala “a la casta”, encuentran una sociedad cada vez más harta con amplios sectores que empiezan a escuchar su promesa de cambio drástico como una esperanza, una venganza o simplemente algo distinto de lo que se viene escuchando.
Milei te inculca un odio que sólo le sirve a los que quieren que siga todo como está
La particularidad del odio que logra inculcar Milei es que se dirige “contra los políticos”. Un sector que es empleado por los grandes empresarios locales y capitalistas internacionales. Sin embargo el libertariano omite a los dueños del poder y solo ataca a sus subordinados. Gran parte de la sociedad, encuentra a los responsables de todas sus frustraciones en la cara de los representantes de este y el anterior gobierno. Pero, con habilidad Milei logra hacer pasar en el mismo relato, el odio contra el movimiento piquetero que pelea por el trabajo, la existencia de la salud y la educación pública.
De esa manera, ante cada persona que busca alquileres con precios desorbitantes, ante cada familia que tiene que empezar a saltear comidas y ante cada persona que es víctima del crimen producto del crecimiento de la descomposición social, Milei apunta a conectar esa frustración con una misma causa: el gasto público del Estado.
Vivimos mal, con Milei vamos a vivir peor. La solución de nuestros problemas no es regalar los derechos insuficientes que tenemos, es pelear por defenderlos y por mejorarlos.
“Los derechos alguien los tiene que pagar”, grita enfurecido el candidato de La Libertad Avanza. Es cierto, pagamos impuestos para que haya escuelas, hospitales, se haga obra pública y se ayude a quienes tienen trabajos precarios que ni siquiera les alcanza para superar la línea de indigencia, entre tantas otras cosas. Si se eliminara el gasto social, de salud y de educación pública no se resolvería ninguno de los problemas del país. Simplemente se tendría más dinero para pagarle al FMI.
Los “gastos por intereses de deuda” es el ítem del presupuesto que más gasto genera al Estado. A pesar de esto, la obsesión por el ajuste fiscal de Milei no repara en esto. Una deuda que él mismo afirmó que “era inmoral”, que no sirvió para otra cosa que no fuese la fuga de capitales e implica un control total del Fondo sobre nuestras decisiones como país. Con respecto a esta deuda “La Libertad no avanza”, lo que avanza es la sumisión ¿Tendrá algo que ver que el principal empleador en la historia laboral de Milei sea Eduardo Eurnekian, uno de los grandes accionistas de Infobae, medio alineado con la embajada estadounidense? Preguntas que se contestan solas.
Los hilos detrás de Milei
De hecho, fue “el armenio” quién presentó a Milei y Alejandro Fantino. Una historia contada por el propio conductor y que tuvo un capítulo importante con el agradecimiento en prime time, entre lágrimas, del candidato libertariano a quien lo consideró “uno de los padres de la criatura”. Fantino se vislumbra como el nuevo arquitecto del naciente sentido común liberal.
De nuestro lado, un grupo de gremios logró cerrar paritarias semestrales que persiguen por detrás de la inflación como Camioneros y Bancarios cercano al 60% y otros se encuentran paralizados por sus conducciones que atan de mano a los trabajadores mientras el Gobierno le permite a las patronales “ahorrarse” salarios cada vez más depreciados.
La izquierda debe salir de su interna
La izquierda debe pasar de la palabra a los hechos. Es importante que impulse junto a los sindicatos y comisiones internas combativos, a un plan de lucha y dé un norte para los trabajadores. Es urgente que que el FIT-U termine con los debates post PASO en los que se discute sobre la interna de la Izquierda, un hecho que pasó mayormente desapercibido para los trabajadores, que tienen problemas más acuciantes y concretos.
Por otro lado, desde abajo surgen asambleas, espacios democráticos y frentes únicos que empiezan a poner de pie campañas contra las medidas que propone Milei. Desde Resistencia Socialista dedicamos nuestras fuerzas a participar de las que podemos según nuestras fuerzas y comenzamos a desenvolver ataques desde nuestra trinchera digital, Resistencia Online, contra la dolarización, los ataques fascistoides de los seguidores de Milei y sus “propuestas” de la eliminación de la salud y educación pública. Buscamos de esta manera colaborar con el arsenal informativo que le sirve al activismo para enfrentar el avance de la extrema derecha libertariana.
Es necesario que desde la izquierda y el activismo logremos transmitir que por más insoportable que se haya vuelto la vida en nuestro país bajo este Gobierno que traicionó al pueblo trabajador, Milei no tiene ninguna salida. Simplemente agravará nuestras terribles condiciones de existencia. Vivimos mal, con Milei vamos a vivir peor. La solución de nuestros problemas no es regalar los derechos insuficientes que tenemos, es pelear por defenderlos y por mejorarlos. Por eso, no hay que desviarse hacia las soluciones mágicas que falsamente propone Milei ni comprar la resignación que vende Massa. Vamos con la izquierda y luchemos en la calle contra la devaluación de nuestro salario y el avance de la derecha.