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    Interna K: ¿El kicillofismo es un kirchnerismo sin Cristina?

    Haciendo una breve síntesis del minué en la interna kirchnerista, podemos acordar que fue el Cuervo Larroque quien tiró la primera piedra. El ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense en un acto en San Vicente dijo que “el que conspira contra Axel Kicillof en una joda extraña está” y agregó para que quede claro a quién se refería: “¿Qué es la conducción de Cristina?¿Que tres ñatos te manden un WhatsApp?”.

    ¿Un “kirchnerismo sin Cristina”? 

    Sumándole más leña al fuego, el ex ministro de Seguridad, Anibal Fernández cruzó al camporismo: “Axel Kicillof puede ser el próximo conductor, solo hay que sacar a los salames que tiene encima que están conspirando para que no lo sea. Esos pibes ya hicieron suficiente daño”. 

    El camporista porteño, Mariano Recalde salió a contestar. Recalde dijo que el “kirchnerismo no cuestiona a Axel”, pero “los que cuestionan a Cristina están jugando rarísimo” y agregó: “en nuestro movimiento siempre hubo sectores que quisieron hacer un peronismo sin Perón, ahora parece que quieren hacer un kirchnerismo sin Cristina”. Hay muchas otras declaraciones, pero tomamos estas solo para ilustrar algo de la discusión vedada que se está generando. 

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    Cuando se analiza la interna del peronismo es difícil separar el evento del folklore. El justicialismo como espacio político amplio tiene una tradición de “interna permanente” y simultánea. Siempre hay sectores acusando a otros de “no hacer peronismo” o denunciando que “esto no es peronismo” y en algún punto, “eso es justamente lo que nos mantiene vivos”, dijo Tomás Rebord en su stream. En otras ocasiones, hay internas que son históricas, que habilitan corrientes que gobiernan durante años y generan nuevas identidades. Es el caso del kirchnerismo en su momento y muchos años antes, el menemismo. 

    ¿Nació el kicillofismo? 

    No queda claro si está naciendo el kicillofismo, pero si está claro que hay sectores que quieren que el gobernador de la Provincia de Buenos Aires conduzca el peronismo y hay sectores que se oponen. Por un lado, tenemos dirigentes como Gabriel Katopodis, El cuervo Larroque, Aníbal Fernández y el intendente de Ensenada Mario Secco que postulan a Axel como el recambio necesario para el peronismo y acusan a La Cámpora de “conspirar” en su contra. Por el otro, Máximo Kirchner y Recalde quieren acorralar a los kicillofistas acusándolos del pecado de “cuestionar a Cristina”. 

    La lapicera 

    ¿Sería muy extraño que esto sea así? Nadie puede asegurar que la ex presidenta tiene el pedazo más importante de representación del peronismo. Sin embargo, a la hora de poner candidatos, podría decirse que tuvo decisiones discutibles. En el 2015 el elegido fue Daniel Scioli, hoy funcionario del gobierno de La Libertad Avanza. En el 2019 el candado fue Alberto Fernández, cuyo Gobierno, tanto propios como ajenos responsabilizan del ascenso libertario y en el 2023, CFK apoyó la candidatura de Sergio Massa, quien actualmente se desempeña como empleado de un fondo buitre acreedor de nuestro país. ¿Sería tan ilógico que Kicillof, Larroque y compañía quieran tener algún control de la lapicera luego de esta serie de decisiones? 

    Por otro lado, el documento de CFK reconocía la necesidad de una reforma laboral, bajo el eufemismo de “modernización laboral”. Tal es así, que el documento fue “bendecido” por el Frank Underwood local, Miguel Ángel Pichetto. ¿Un guiño de la ex presidenta bien entendido por su ex jefe parlamentario? Difícil saberlo, pero siguiendo las elecciones de candidato de Cristina, mientras el escenario se fue más a la derecha, ella optó por candidatos que acompañaban la ola. 

    “No hay plata” pero Milei gastará USD 650 millones en aviones militares

    Para entender el proceso en el que vivimos es interesante mirar a Brasil. Muchas veces la política brasileña funciona como un juego de espejos con la argentina. Parece anticiparla por momentos e imitarla en otros. Luego de la gestión de Bolsonario, Lula fue capaz de crear un frente con Alckmin, histórico dirigente opositor de centro derecha opositor a todos sus gobiernos . Detrás de él, todo un sector de la derecha republicano institucional, por así decirlo, lo acompañó y, según los petistas, esto fue un factor decisivo para vencer a Bolsonaro. 

    Brasil y Argentina en espejo

    ¿Se repetirá un escenario similar en Argentina? ¿Ese escenario ya existió con el gobierno de Alberto Fernández? Además, los ataques de Milei y últimamente su peligroso alineamiento con Israel en el conflicto en Medio Oriente, puede empujar a las fuerzas políticas a la conformación de un frente pandemocrático y pro neutralidad geopolítica. 

    El kicillofismo no parece ajeno al pragmatismo peronista. Hace dos semanas se sacó una foto con el gobernador radical santafecino, Maximiliano Pullaro, en la que firmaban un acuerdo para “combatir el narcotráfico”. ¿Cómo le habrá caído a Bullrich esta foto? 

    ¿Y Massa? 

    Por fuera de esta interna, desde el entorno de Massa hay quienes dicen que esta interna entre Kicillofistas y Kirchneristas son apresuradas porque anticipan una discusión por quién tendrá la lapicera para ordenar las listas del peronismo del año que viene. Ellos entienden que Massa sigue teniendo el mayor capital electoral, porque es quien les proporciona los votos por fuera del propio espacio kirchnerista y que su relación con Cristina Kirchner es buena, gracias a tener una buena performance electoral en un contexto muy adverso y consideran que la candidatura de Massa fue fundamental a la hora de retener la provincia de Buenos Aires. 

    Carlos Corach, ex ministro del Interior de Menem y ex profesor de Historia en la Universidad de Oxford, dijo que si Perón reviviese se sorprendería de la longevidad del movimiento que creó y agregó: “Lo distintivo del peronismo es la capacidad para adaptarse a los cambios en el país y en el mundo”. Tal vez, esta suerte de interna permanente sea uno de los factores que explique la longevidad de este movimiento. Sin embargo, lo que no queda claro entre kicilofistas, kirchneristas o massistas es qué proyecto político y económico tienen. Hasta dónde las ideas de Milei han cuestionado la noción de intervencionismo estatal y que respuesta puede darle el peronismo al planteo libertario. Es decir, no está claro, que forma adquirirá el peronismo para adaptarse a las “nuevas circunstancias de la Argentina y el mundo”, citando las palabras de Corach. 

    ¿Y Grabois? 

    Juan Grabois, que si tiene programa, por ahora se mantiene por fuera de la interna. No está claro que juegue con un sector o el otro. Hasta lo que parecía está cercano a sectores de la Cámpora como Mayra Mendoza y por otro lado, se ha alineado con el Movimiento Evita, siempre opositor a la agrupación kirchnerista. Por lo pronto, en esta reyerta parece que tiene más para perder que para ganar y eso lo motiva al silencio. 

    Sería interesante que algo de las propuestas programáticas de los movimientos sociales como, “Tierra, Techo y Trabajo” o “La suspensión inmediata del acuerdo con el FMI” se cuelen en la discusión de nombres y mensajes crípticos que se envían y se contestan. 

     

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