Entrevistado en nuestro canal de Twitch ResistenciaOnline, Gabriel Solano, dirigente del Partido Obrero, planteó:“Yo no haría una campaña electoral hoy diciendo ‘queremos dos diputados de izquierda’, no lo haría, y no lo haría por que no queremos ser la casta de izquierda. “El problema es si la izquierda puede aparecer como una fuerza de oposición al sistema”, remarcó.
La desviación electoral y el problema programático
La frase del precandidato a presidente del Partido Obrero hace referencia al peligro de la adaptación al régimen burgués que, según él, amenaza el quehacer político de la izquierda.
Solano manifestó que dentro del Frente de Izquierda “hay una divergencia que podría tener alcance de principios”. Señaló también que el sustituir a la clase obrera por la pequeña burguesía es un error que tendrá a la larga sus consecuencias programáticas.
El dirigente del PO manifestó su preocupación por que gran parte de la izquierda en general y el PTS en particular “le la espalda a las lucha en los barrios donde vive el grueso de la clase trabajadora”.
Según el precandidato del PO, este problema se genera por una “desviación electoral”. Es decir, en un contexto donde la elecciones están manejadas por la burguesía y pequeña burguesía, “se prioriza atraer al electorado de clase media que hoy puede molestarle la lucha piquetera”
“Las adaptaciones son progresivas, y en un momento hay saltos cualitativos, no es que uno un día es revolucionarios y al día siguiente es totalmente contrarevolucionario, así no es la vida”, explicó.
Al ser preguntado sobre su propuesta de hacer un congreso de todas las fuerzas que componen el FITU-U aseguró “el problema del Congreso del Frente de Izquierda no puede ser entendido como un problema de una lucha fraccional dentro del Frente de Izquierda por un tema de candidaturas, sería un abordaje completamente limitado”.
¿En que sector debe construirse la izquierda?
La cuestión sobre el sector social estratégico desde donde los partidos de izquierda deben construirse es un debate completamente nodal.
Ante esta cuestión Solano planteó que el foco debe ponerse en el sector que más esté luchando en la sociedad en ese momento. El PO ha sido cuestionado anteriormente por el PTS y otras corrientes por poner más peso sobre el movimiento de desocupados que a la clase obrera fabril.
“Hagamos la siguiente hipótesis, digamos una construcción artificial. Yo voy a una fábrica a volantear y me dice el obrero ‘Che que bien, gracias por estar acá ¿Ustedes estuvieron ayer en la marcha de los desocupados?’ ‘No por que yo estoy solamente en el sector de la producción’ ¿Qué va a decir ese obrero? Están luchando, están acampando. Había 50.000 personas, 100.000 personas ¿Cómo que no estás con ellos?“, preguntó.
Continuó afirmando que un partido no puede ignorar ninguna lucha en cuso y debe apoyar y estar en todos lados, sosteniendo que las prioridades no están dadas por preconcepciones sociológicas sino por la propia lucha de clases.
Los desafíos de la izquierda ante la apatía política
La sociedad actual se encuentra atravesando una situación de apatía y desencanto respecto a los partido tradicionales. Por derecha esto es canalizado por personajes como Javier Milei y los “libertarios”, pero ¿Cómo impacto este fenómeno en la izquierda?
Sobre esta cuestión Solano señaló que hay un problema en la forma en que la sociedad persibe el programa de la izquierda.
Asegura que para una parte de la población, el kirchnerismo aparece como un gobierno progresista y de izquierda, y que al fracasar ese discurso genera una reacción por derecha.
“Como este Gobierno todo el tiempo habla de el Estado presente, la población lo vive cada vez más como 100 % de inflación, ñoquis, impuestazos, entonces la izquierda puede ser asimilada al estatismo burgués. Y si la izquierda se ve asimilada al estatismo burgués, cagamos”, expresó.
“El socialismo es la gestión obrera de la economía, no es el estatismo burgués”, explicó.
Solano concluyó con que la izquierda le cedió a la derecha la crítica al estatismo y que tiene que recuperarla para no ser identificada con un programa que no es el propio.