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    Disfrazados de democracia: los spots de la derecha

    En un país con una tradición democrática tan fuerte y reciente, los voceros de la extrema derecha no la tienen tan fácil. Sus consignas y sus propuestas pueden sonar atractivas, incluso coherentes, para el votante desprevenido. Pero los anticuerpos que existen en la conciencia de lxs trabajadores los obligan a vestir los mantos democráticos, a riesgo de comerse un escrache público que los exponga antes de que amasen poder. Son más celebres los casos de Cesar Biondini y Carlos Pampillon, personas abiertamente nazis que se presentan a elecciones, pero hoy vamos a ver otros ejemplos de propuestas de derecha que se meten en el debate público.

    Pongamos un punto y aparte

     

    El primer spot oficial de Milei es un punto de quiebre comunicativo en la carrera politica del panelista. Hace años que es conocido por sus intervenciones a los gritos, sus actos prendiendo fuego replicas del Banco Central, sus entradas con música fuerte y campera de cuero. Pero parece que los rumores que se corrieron por los medios, las redes y el boca en boca de que no esta actuando sino que realmente esta “loco” muestran sus consecuencias. Este spot puede ser una confirmación de que el golpe dio en el blanco.

    No quiere decir que haya sufrido una desacumulación de votos importantes, pero si que se le impuso un techo duro a su proyección nacional. O sea, ya convenció a todos los que podía convencer gritando y prendiendo fuego cosas. Si quiere captar el voto de la derecha menos estridente, votantes más moderados y cautos, tiene que bajar un cambio en sus intervenciones. Sino puede recibir un choque mortal al impactar su campaña a toda maquina con la pared del 15%. Esto explicaría el cambio radical en el estilo comunicativo, con un tono firme y música esperanzadora al mejor estilo spot-casta.

    Otro golpe del que acusa recibo es de las turbulencias en el armado de su equipo. Las dudas del supuesto votante de derecha moderado no se detienen en su capacidad de gestión, o de su armado, como con Bullrich. Los “rumores” de la venta de candidaturas en miles de dólares, si no alejaron a nadie definitivamente, si enturbiaron las aguas de la discusión. Esto sumado a todos los problemas que tuvo con la “delegación” en las elecciones provinciales desdobladas, donde sus candidatos tuvieron peor desempeño que presentándose solos. Y esto sin contar todos los que lo acusaban de haberles soltado la mano.

    Por eso vemos que en este spot la palabra se la pasan entre los principales referentes del espacio libertario. Aunque es curioso que no se haya incluido el nombre de ninguno de ellos, siendo el alto grado de desconocimiento con el que corren todos los referentes del espacio. Habrá que esperar la continuación de esta campaña para evaluar la evolución del discurso mileista.

    A lo Bukele

     

    Si los spots pudieran hablar este gritaría “¡Donald Trump!” con toda su capacidad pulmonar. La apertura con la bandera argentina saturada. Imágenes de Nayib Bukele y Santiago Cuneo lado a lado, industria, una cumbia pegadiza. El slogan que no solamente propone una salida que parece fácil y efectiva, sino que además entroniza a Cuneo en un lugar mesianico.

    Cuneo se identifica actualmente con el partido justicialista, lo que no borra que haya sido radical, cercano a Aldo Rico y los levantamientos carapintadas, ni que haya apoyado a Cambiemos durante la presidencia de Mauricio Macri. Su trayectoria politica podría ser suficiente para entrar en la categoría de los candidatos veleta en los que también entran, en el discurso popular, Bullrich y Massa. Pero si analizamos su propuesta más de cerca podemos ver un cuestionamiento abierto a instituciones básicas de la democracia.

    En un spot televisivo (que no es fácil encontrar en internet) muestra imagenes de prisiones salvadoreñas, donde se denuncian sistematicas violaciones a los derechos humanos. Sobre estas, la voz de Cuneo gritando “¡A lo Bukele!” una y otra vez. Es de destacar, primero, que como campaña politica apunta pura y exclusivamente a la reacción visceral del espectador en lugar de desarrollar una propuesta especifica de politica publica. Es todavía más disonante si pensamos que se propone una respuesta de semejante nivel para un problema que en Argentina no existe (al menos en la escala y la profundidad que las maras salvadoreñas). Pero lo realmente importante es que, abierta y directamente, su propuesta electoral es eliminar garantías constitucionales de un proceso judicial y penal.

    Demoler la injusticia

    Para la ahora difunta campaña electoral de Roberto García Moritan, el ex-pre-candidato a Jefe de Gobierno revivió su propuesta de demoler el Ministerio de Desarrollo Social ubicado en la 9 de Julio. En ese spot planteaba que, para garantizar la tranquilidad de los porteños, había que terminar con los piquetes. Y que eso era problema de que el Ministerio estuviera ubicado en una avenida arteria de la ciudad, lo que generaba que las manifestaciones en su puerta amplificaran su magnitud. Este spot viral cerraba con una animación del polemico edifico derrumbandose.

    El candidato y marido de Pampita no cree realmente que derrumbando ese edificio se acaben las protestas. La clave para leer esta curiosa protesta tiene que ser la misma que en el spot de Cuneo: no traigo a la mesa un plan comprensivo de solución integral de un problema, apuesto a fortalecerme con la fuerza del odio visceral que genera la protesta popular en el votante de derecha.

    El spot que presentamos arriba es posterior, donde tuvo que explicar los fundamentos reales, propios de alguien que aspira a acceder a un cargo ejecutivo elegido democraticamente, para esgrimir una propuesta. García Moritan recurre a argumentos de la urbanística hablando de un problema de indole economico y social. Tal vez el problema más grande la Argentina actualmente, la relación entre asistencia social y precarización laboral estructural.

    Todo indicaría que el ex candidato buscó una campaña de corte ‘populista de derecha’. Recurrir a propuestas sin sentido capaces de apelar a la furia de sus potenciales votantes. El muro de Trump versión hipodromo de Palermo. Y que se vio en aprietos cuando se volvió más viral de lo que esperaba y tuvo que dar explicaciónes de qué estaba pasando. El resto es historia, al día de hoy declinó su candidatura y apoya a Jorge Macri. Habrá que ver si el incidente del Ministerio reveló que estaba lejos de estar preparado o fue un bluff preparado para vender su candidatura.

    No es gratis ser de derecha

    Muchos vemos con precaución el ascenso de discursos de derecha, extrema derecha, neoliberales u otros en los últimos años. Hay una avanzada consciente de sectores, a veces hasta fascistas, en contra de conquistas populares. Mucho se escucha que la derecha es la nueva rebeldía, o que los jovenes están con Milei. Si nos guiamos por los resultados que vemos por ahora, estos representantes se sienten más cómodos que en otras epocas, aunque no tienen margen de error. El arte de esgrimir propuestas de derecha con una patina de democracia es un filo muy fino del que suelen caerse cuando están muy comodos y se envalentonan. Y ahí si, la respuesta general suele ser contundente y no se hace esperar.

     

     

     

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