El pasado 14 de diciembre los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro y de Guyana, Ifraan Ali se reunieron en San Vicente y las Granadinas con el fin de tratar la escalada en la disputa sobre el territorio del Esequibo. En este encuentro también participaron varios líderes de la Comunidad del Caribe (Caricom), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y representantes de Brasil, Naciones Unidas.
Idas y vueltas en el conflicto
Si bien no se llegó a ninguna solución de fondo -que puede no haberla-, los mandatarios firmaron una declaración conjunta en la que prometen no intensificar el conflicto ni realizar maniobras que pudieran considerarse como un ataque. “Creo y le digo a nuestro pueblo, a esta hora ya, ha valido defender la verdad de Venezuela, levantar la bandera de la verdad, enarbolar nuestras razones históricas y buscar con la diplomacia de paz el camino del diálogo, del entendimiento para canalizar esta controversia histórica por donde debe ser”, declaró Maduro.
Fueron varias las cuestiones centrales que lograron que líderes de la región pusieran la lupa en este conflicto nuevamente. En primer lugar, el referéndum celebrado en Venezuela el 3 de diciembre en el cual, entre otras cuestiones, la gente votó “sí” a la anexión del Esequibo al territorio venezolano; seguido a esto, la inmediata publicación de un mapa actualizado con las fronteras incluyendo a esta región. Por otro lado, la extensión de licencias para extraer los recursos naturales –petróleo y minerales- a la empresa PDVSA. Y, por último, el anuncio de la presencia y ejercicios militares del Comando Sur de Estados Unidos.
Entrevista con Macarena González Machado, politóloga venezolana
“El conflicto recrudece en estos momentos en los que tiene más o menos 200 años de antigüedad. Desde que se constituyó Venezuela como república”, explica Macarena González Machado, politóloga venezolana. El mismo se originó con el Laudo Arbitral de París en 1899, un acuerdo entre Gran Bretaña y Venezuela que estableció los límites entre las colonias británicas y venezolanas. Sin embargo, el veredicto no fue aceptado plenamente por Venezuela, y en las décadas siguientes, el Esequibo se convirtió en una fuente constante de disputa.
En los últimos años, la discusión había tomado un giro más tenso. Descubrimientos significativos de reservas de petróleo frente a las costas del Esequibo han intensificado las reclamaciones de ambos países sobre la región. Guyana ha otorgado concesiones para la explotación de estos recursos a empresas internacionales, lo que ha exacerbado las tensiones.
A pesar de décadas de confrontación, recientes esfuerzos diplomáticos han buscado una solución pacífica y duradera. En 2018, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dictaminó que tenía jurisdicción sobre la disputa y que Venezuela no había participado en el proceso, pero también señaló que ambas partes deberían buscar soluciones a través del diálogo.
Desde entonces, se han llevado a cabo diversas rondas de conversaciones, con mediación de la ONU y otros actores internacionales. Aunque no se ha alcanzado un acuerdo definitivo, las partes han expresado su compromiso de continuar buscando soluciones que beneficien a ambas naciones.
La disputa tiene sus raíces en la época colonial, pero se ha mantenido en el tiempo. ¿Qué intereses modernos existen en la región?
En 2015, petroleras americanas descubrieron una reserva de petróleo que comienza en una desembocadura del río que todavía corresponde a Venezuela. Entonces, Guyana empieza a dar licencias para la exploración petrolera. Venezuela comenzó denunciándolos por las vías diplomáticas institucionales, porque todavía no había llegado la Corte Internacional. El caso llega a la Corte Internacional de Justicia, que es un órgano judicial de Naciones Unidas, porque, a Guyana, el derecho no le asistía propiamente para permitir todas estas exploraciones. El problema es que la Corte, aunque se ha considerado competente para determinar quién tenía derecho a la jurisdicción, instó solamente al diálogo entre partes.
A partir de esto, ¿qué posición adoptaron ambos Estados?
La defensa de la soberanía no es nada más un tema poético. Ya hay un tema estratégico, además de que forma parte de las fronteras, pues entonces las fronteras son protegidas por todos los estados del mundo, y más si éstas tienen la cantidad de recursos que tienen. Aquí es donde comienzan a coincidir los movimientos que va haciendo Guyana respecto de la vía jurisdiccional con la explotación petrolera. Ya es un paso más, de licencias de exploración a explotación. Un Estado no establece solamente la legislación, también hay costumbres y tradiciones de por medio. Hay muchos actos que determinan que usted forma parte de un Estado y Guyana ha teniendo la custodia de ese territorio desde larga data y desde el punto de vista del derecho.
¿Por qué reanudar la tensión ahora?
Con conversaciones y negociaciones con Estados Unidos estancadas, se acuerdan algunas garantías para permitir que el Estado venezolano vuelva a producir su propio combustible y su propio intercambio energético, que también coincide con la guerra que existe entre Rusia y Ucrania. Con el mundo en conflicto la política internacional ha cambiado. Entonces a Maduro se le da una oportunidad para liberar de algunas dificultades o de algunas acciones para relajarse en materia económica. Pero, por otro lado, el conflicto con Guyana persiste. Venezuela teniendo este escenario electoral presidencial para próximo año, -que ya lo había anunciado, constitucionalmente corresponde para el próximo año las elecciones presidenciales-, el mundo democrático que tiene control sobre el tema de las elecciones, parte del levantamiento parcial de alguna de estas sanciones tiene que ver con que en Venezuela existan elecciones y que sean competitivas, verificables.
¿Existe una relación real entre la empresa estadounidense ExxonMobil y un posible financiamiento a la oposición de Venezuela de cara a las elecciones del año que viene?
Ese es el argumento de Maduro para justificar que la oposición no asumiera la política de ir al referéndum consultivo del 3 de diciembre. Entonces el gobierno quiso llevar a la oposición a una situación de dilema: si participo en el referéndum soy patriota y si no participo soy apátrida. Esto fue parte del discurso construido por Maduro, por Cabello, el jefe del partido y el segundo al mando del PSUV (el Partido Socialista de Venezuela) y también Jorge Rodríguez, que es el presidente de la Asamblea Nacional. Ellos construyeron su discurso, entonces lanzan la política y le dicen a todo el mundo que esta es la política para defender el territorio. El Estado no necesita hacer la consulta. Esto es una cosa que es importante decir. El Estado o quien ejerce las funciones de gobierno no tiene por qué consultar la ciudadanía qué va a hacer con el territorio, porque tiene la responsabilidad de defender el territorio y la potestad de la constitución.
¿Cómo se termina de relacionar el conflicto con las elecciones presidenciales?
El gobierno de Maduro sabe muy bien como sortear el conflicto. Sabe hacer política de conflicto y aprovecharse de esto para para salir beneficiados propagandísticamente, no así en el ámbito del derecho, incluso pudieran salir perdiendo lo que corresponde territorialmente a Guyana. Pero comunicacionalmente son bastante hábiles para manejarse. El gobierno busca de alguna manera que este conflicto llegue a tal nivel de importancia para que el próximo año, cuando ya entremos en un escenario electoral, todavía se pueda decir esto es una cuestión de defensa que debe continuar. Para que se vea como una situación de riesgo, para que se puedan decretar estados de conmoción, de alarma, de alerta en función de situaciones acaecidas a futuro en la frontera. La situación electoral presidencial en Venezuela ha visto que un gobierno como este, ya de tanto tiempo también y tantas cuestiones que han ocurrido, se ha venido legitimando con el tiempo.