El 25 de Mayo de 1810 se produjo la Revolución que llevó al poder al Primer Gobierno Patrio.
El 18 de mayo se conmemoró el día de la escarapela, y el 25 de mayo se hace lo propio con el aniversario del Primer Gobierno Patrio. Estas fechas nos invitan a analizar la Revolución que tuvo lugar en Mayo de 1810 a la luz de nuestro presente.
El contexto en Europa
Unos cuantos años antes en Europaa había ocurrido la Revolución Francesa que, entre otras cosas, había puesto en cuestión el supuesto “mandato divino” como fundamento de la monarquía. Siguiendo a Rosseau, los revolucionarios franceses creían que todo poder, toda autoridad, provenía del pueblo.
El poder le había llegado al rey desde el pueblo, por lo que sin el rey, esa autoridad volvía al pueblo. Esa es la idea que instala la Revolución Francesa en el mundo. A su vez proclamó otros principios como la igualdad ante la ley, la libertad de prensa, la libertad de organización.
La República francesa, después de varios años de luchas internas colapso y subió al poder una nueva figura, Napoleón Bonaparte, quien con sus capañas militares iría ganando influencia y poder, siendo consul en 1799 y emperador en 1804. El nuevo emperador frances fue invadiendo un país tras otro llevando por Europa algunas de esas reformas liberales que habían surgido en Francia. Sin embargo, los pueblos de los países invadidos iban a resistir esta invasión, como fue el caso de España.
Con la excusa de invadir Portugal, que estaba aliada con Inglaterra, Napoleón invadió España en 1808. El rey Carlos IV renunció y dejó a su hijo, Fernando VII al mando, que fue detenido inmediatamente. Napoleón pone como nuevo rey de España a su hermano, José Bonaparte, que por su afición al vino era llamado “Pepe Botellas“.
Una gran parte del pueblo español no reconoció la autoridad de José Bonaparte, por lo que se formó una junta de gobierno, la Junta Central de Sevilla. Juntas similares se irán formando más adelante en distintos lugares. Una de las medida de la junta de gobierno es nombrar nuevas autoridades, entre ellas designa como nuevo virrey del Virreinato del Río de la Plata a Baltasar Hidalgo de Cisneros en 1808.
El desarrollo comercial de los criollos
En Buenos Aires, desde hacía unos cuantos años antes, más precisamente desde la creación del Virreinato del Río de la Plata en 1776, cierta clase social venía enriqueciéndose. Los comerciantes de la Ciudad de Buenos Aires desde que la Ciudad se convirtió en capital de Virreinato venían prosperando gracias al comercio y el contrabando.
En la medida que fueron enriqueciéndose, irían pretendiendo ciertos derechos políticos: la ocupación de cargos públicos en el virreonato, que desde las reformas borbónicas estaban garantizados solamente para quienes habían nacido en la península. A esto hay que sumarle que el monopolio comercial que les imponía la corona comenzaba a ser un obstáculo.
Aquella generación de comerciantes enriquecidos enviaron a sus hijos a estudiar, principalmente, abogacía. De Ahí van a salir una camada de revolucionarios: Mariano Moreno, Manuel Belgrano, Castelli, entre otros. Belgrano se formó en Europa, mientras que Moreno fue a la universidad de Chuquisaca. Pero todos, ideológicamente, siguiendo ese faro que representó la Revolución Francesa.
Las invasiones inglesas
Más adelante en el tiempo, entre 1806 y 1807 en Buenos Aires ocurren las invasiones inglesas. ¿Qué necesidad tenía Inglaterra de invadir el Río de la Plata o de invadir cualquier otro lugar? Unas décadas antes se había iniciado la Revolución Industrial y tenían que encontrar nuevos mercados para vender esas mercancías que estaban produciendo.
Las invasiones inglesas deben ser entendidas como parte de algo más grande: la conquista de Sudáfrica (1795), un intento fallido de reconquistar EEUU (1812), la conquista de la India (1858), entre otros muchos territorios a lo largo del globo. Todo aquello era parte de este mismo proceso de conquista imperial como resultado de la llegada del capitalismo industrial.
Inglaterra fracasó en este intento de conquistar el Río de la Plata ¿Por qué, si España estaba muy lejos para enviar tropas de refuerzo? Fueron los propios vecinos de Buenos Aires los que se arman para defender la ciudad de la invasión.
La máscara de Fernando VII
Los vecinos que se armaron para defender la ciudad durante las invasiones conformaron el Cuerpo de Patricios, una fuerza paramilitar de voluntarios que ponían en sus propias manos la defensa de la capital virreinal. El Cuerpo de Patricios estaba dirigido por Cornelio Saavedra, quien sería una figura clave de la Revolución de Mayo.
Mientras tanto, en España la situación de doble poder entre Luis Bonaparte y la Junta de Sevilla. Esta última es disuelta por la ocupación francesa y, cuando llega la noticia al Virreynato, varios meses después por la distancia de los viajes, Cisneros queda sin ninguna representatividad, sin ninguna autoridad. La junta que lo nombró había sido disuelta. Un grupo de revolucionarios criollos empiezaba a presionar para que se convoque a un Cabildo abierto y se nombre una nueva autoridad.
Los cabildos
Los cabildos eran, en la sociedad virreinal, una institución municipal que cada ciudad importante tenía como órgano de gobierno. Eran el espacio de representación de la sociedad de la época, una representación bastante limitada, pero la más “amplia” que había en ese momento.
El Cabildo de Buenos Aires primero nombró una Junta que tenía al propio Cisneros como presidente, lo cual no fue aceptado por algunos sectores, por lo que se nombró una nueva junta, la Junta Provisional de Gobierno. Para los que anden seguido en subte, recordarán el nombre de la estación “Primera Junta” de la líea A.
Esta nueva Junta no iba a romper relaciones completamente con España, sino que juró en nombre de Fernando VII, hecho al que algunos historiadores llaman la “máscara de Fernando VII”: utilizaron el hecho de que mucha gente todavía creía en el Rey como estrategia política para enmascarar su propio accionar, moviendo la correlación de fuerzas a favor de la independencia
Saavedra vs Moreno
Como en toda revolución, siempre hay un grupo de moderados y un grupo más radicalizado. En este caso, el grupo más moderado esta dirigido por Saavedra, mientras que el grupo más revolucionario, más radical, estaba dirigido por Mariano Moreno. La diferencia en sus posturas generó una feroz disputa al interior de la Junta.
Todos los procesos revolucionarios de independencia se dieron en las grandes ciudades. Al mismo tiempo que en Buenos Aires, había procesos similares en Caracas y México, las ciudades donde había una burguesía criolla más fuerte. En el interior de los virreinatos la vida era rural y poco ligada al comercio con Europa, lo que implicaba menor llegada de las ideas ilustadas. Saavedra quería integrar en la Junta a diputados de las otras provincias del Virreinato, que tenían una posición mucho más conservadora.
En la provincias del interior todavía había una cierta lealtad a las instituciones virreinales. Mariano Moreno, entendiendo que esto podía comprometer a la propia Revolución, se oponía fuertemente a esta idea. Su propuesta consistía en que, desde Buenos Aires, se dirigiera al resto de las provincias. Esto generó una disputa entre centralistas y confederacionistas, que sería un antecedente de lo que varias décadas después se conocería como el conflicto entre unitarios y federales.
La pelea entre Saavedra y Moreno se termina saldando en favor de Saavedra, ya que Mariano Moreno muere en altamar. En teoría, por una enfermedad, aunque siempre existió la sospecha de que lo podrían haber envenenado. La Junta integra así a los representantes de las provincias del interior y se conforma lo que se llamó la Junta Grande.
Si bien la Junta había jurado en nombre de Fernando VII, en los hechos, se estaba separando de toda autoridad de España. El grupo más radicalizado, parafraseando, decía: “España está en manos de los franceses, si vuelve el Rey Fernando al trono, después vemos”. Finalmente, como aquello era una “máscara política”, cuando el rey volvió al poder en 1814 los revolucionarios no haceptarían volver bajo su órbita política.
El después de 1810
Después, todo este proceso revolucionario se fue radicalizando. La Junta Grande nombró como nuevo organismo de gobierno al Primer Triunvirato. Esto no iba a ser considerado lo suficientemente revolucionario para algunos sectores y va a ser remplazado por el Segundo Triunvirato, el cual recuperaba parte de las ideas de Moreno, y luego dejaría lugar al Dirctorio.
La radicaización no resolvió el problema la independencia hasta el 9 de julio de 1816. Aunque en 1815 la Unión de los Pueblos Libres, integrada por lo que hoy es Uruguay, Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe, había proclamado su propia independencia, terminan como dos confederaciones separadas. No obstante, el proceso que desencadenó dichas independencias se había iniciado el 25 de mayo de 1810.
Los sectores populares y la escarapela
La movilización de los sectores populares cumplió una función de presión política. La mayoría de la gente no podía votar en el Cabildo, eso era algo reservado a ciertos sectores de la clase altas o medias, pero sí se la usaba como “fuerza de choque” hacia esas clases altas. Como explica el historiador Tulio Halperin Donghi, las clases populares hicieron su ingreso en la política por medio de la particiapción en los cuerpos de milicias.
Una de las más destacadas de estas milicias de voluntarios era el ya mncionado Cuerpo de Patricios, quienes el 25 de mayo se encontraban en la Plaza de la Victoria (Plaza de Mayo) presionando al Virrey para garantizar el Cabildo abierto. Otra fuerza de presión similar era el grupo conocido como la “Legión infernal” o “chisperos”, integrado por más de 500 jinetes y dirigidos por Domingo French y Antonio Beruti.
La leyenda popular situaba a French y Beruti repartiendo escarapelas a los vecinos. No obstante, la escarapela no sería creada hasta 1812 por iniciativa de Manuel Belgrano. Lo que el duo de líderes revolucionarios repartían eran sintas rojas y blancas para identificar a quienes estaban del lado de la revolución en caso de que debiera abrierse fuego.
Lecciones de actualidad
La Revolución de Mayo, junto al resto de las que estallaron en otras partes de hispanoamérica, desató el proceso de independencia que acabaría con la formación de los actuales Estados latinoamericanos. Si bien a lo largo del siglo XIX nuestros pueblos fueron conquistando la independencia en el aspecto político, vienen arrastrando desde su nacimiento un sometimiento económico a nuevos imperialismos. Primero Gran Bretaña y luego EEUU, imperialismos modernos que explotan y saquean nuestros recursos naturales e imponen sus condiciones económicas y políticas, desafiando y limitando nuestra soberanía.
Para conquistar una total y completa independencia, los diferentes pueblos de Latinoamérica deben luchar juntos contra su enemigo común, el imperialismo. Para esto es presiso superar su actual fraccionamiento conformando una entidad política que reuna a todos los pueblos como hermanos. Sólo así seremos dueños de nuestro propio destino como pueblos, o en palabras del revolucionario Mariano Moreno:
“La independencia de una nación no consiste solamente en el derecho de no ser gobernada por otro pueblo, sino en el de poder gobernarse por sí misma y bajo sus propias leyes.”
