Agustín Lecchi, el secretario general del SiPreBA, analizó la situación de los trabajadores de prensa en la actualidad y detalló las implicancias de la obtención definitiva de la personería gremial.
Los comienzos
Resistencia Online: Leí varias entrevistas que te hicieron, pero todavía no fueron al hombre detrás del cargo. O sea, vos sos militante desde antes de ser secretario general de Prensa. Contanos un poco de tus inicios en la militancia, cómo fue el ingreso a ser periodista y qué expectativas tenías. Volvamos un par de años atrás…
Agustín Lecchi: Yo milito de toda la vida. Cuando iba al colegio secundario (que fue en pleno 2001) participaba, estaba vinculado al Centro de Estudiantes y a otros proyectos que había en la escuela, que tenía mucho activismo y era una escuela pública en ciudad de Buenos Aires.
Después, cuando terminé la secundaria, empecé a estudiar a la Universidad Popular de Periodismo en la Universidad Popular de Plaza de Mayo, a la carrera de Periodismo de la Investigación. Tenía profesores que después me los encontré en el gremio, como Carlitos Rodríguez de Página 12, muchos profesores muy comprometidos y mucha gente muy buena.
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Además, en la universidad estaba Carla Gaudensi, que es la secretaría general de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa y Adjunta al sindicato. Ana Paoletti, también, que participa en el sindicato y delegada en Página 12. Nos conocimos mucho después, pero uno reconstruye y hubo muchos compañeros que pasaron por ahí, por la Asociación de Madres de Plaza de Mayo que en ese momento era una referencia para el movimiento popular. En paralelo estudié Historia en la Universidad de Buenos Aires. No me recibí en ninguna de las dos carreras y entré a trabajar para Canal Siete, donde tuve mi primer empleo formal en prensa. Anteriormente, había trabajado en una productora y en otros lugares, pero no de manera formal. En Canal Siete, había mucha tradición de lucha de compañeros que en su momento estuvieron en la UTPBA, tuvieron peleas contra los intentos de privatización en el menemismo y que fueron los que me formaron sindicalmente.
R.O.: Dentro de los espectros ideológicos que existen desde el progresismo hasta la izquierda, ¿dónde te ubicas vos?
A.L.: Yo me formé en la izquierda. En el guevarismo, si se podría llamar de esa manera. Es una corriente que se inspira en la Revolución Cubana y en distintas trayectorias latinoamericanistas. En los últimos años, a partir de militar sindicalmente, yo reivindico “el sindicalismo para la liberación” de Agustín Tosco y la CGT de los argentinos. Tratando de empalmar siempre con todos los sectores del campo popular, ya sea en el peronismo o en la izquierda, con todos los sectores que luchan por la justicia social, por una patria más justa y también con la perspectiva regional latinoamericana. Por eso, siempre abrazamos no solo a la revolución en Cuba, sino también al chavismo y a muchos proyectos.
En ese sentido, creo que el kirchnerismo, en nuestro país, marcó una huella, retomando algunas de esas cuestiones que en los años 90 el peronismo había traicionado. Y bueno, cuando yo me formé, crecí, el peronismo -para mí- era el menemismo. Entonces, difícilmente uno se podía identificar con eso, ¿no? Pero después, obviamente, conocí a muchos compañeros que venían del peronismo y que también habían luchado contra el menemismo, contra las privatizaciones. Y eso a mí también me formó, y bueno, de todas esas vertientes, yo fui formándome. La referente para mí fue Hebe de Bonafini en nuestro país, en aquellos momentos cuando empezaba a militar.
R.O.: ¿Qué rol le asignas a la pelea sindical en la lucha por transformar la sociedad en general?
A.L.: Yo le asigno un rol muy importante. En primer lugar, es como un dique de contención para evitar que avancen sobre nuestros derechos y de resistencia. Es el primer foco de resistencia contra los proyectos de la derecha y demás. Y después, creo que nosotros tenemos que tratar de tener un proyecto de ofensiva y no solamente defensivo. Y ahí, el sindicalismo es una parte, no es lo único. Hoy, por ejemplo, se cumple un aniversario, el 67, del levantamiento de Juan José Valle, que es uno de los hitos de la resistencia peronista.
En la resistencia peronista, el sindicalismo tuvo un rol protagónico. Podemos recordar la toma del frigorífico Lisando de la Torre, que terminó siendo una pueblada de todo el barrio de Mataderos, muy importante. Pero, solo con el sindicalismo no se puede, eso está claro. Y por eso menciono la resistencia, porque ahí el sindicalismo tenía un papel importante, pero no exclusivo. Y yo creo en lo mismo. Creo que el sindicalismo va a estar. Tenemos que tender a la unidad del movimiento sindical, del movimiento obrero. Una unidad en las calles, una unidad para defender los intereses de la clase trabajadora. Pero tenemos que, también, tener una perspectiva que no sea solo defender los intereses corporativos o editoriales. Está bien como un primer momento de la lucha, si se quiere, pero no podemos quedarnos solo en eso.
R.O.: ¿Cuándo vos entraste a trabajar qué expectativas tenías antes de entrar a un medio público, en blanco? ¿Con qué te encontraste? ¿Y desde que entraste hasta cómo fue el proceso de las condiciones de los trabajadores de prensa?
A.L.: Cuando entré, no sabía dónde estaba entrando. Sinceramente, no sabía lo que era cobrar un aguinaldo. Sabía teóricamente lo que significaba, pero no sabía muchas cuestiones de las condiciones laborales que habían conseguido mis compañeros y que, la verdad, había un piso de derechos muy grande en la Televisión Pública, en particular, que después el macrismo vino a destrozar. Cuando yo entre el 2006, 2007, estábamos en uno de los mejores momentos de los medios públicos.
Ese era un buen momento también para la clase trabajadora en nuestro país, en pleno gobierno de Néstor Kirchner. Era un momento de ampliación de derechos y recuperación salarial a través de las paritarias libres. Con buenas recomposiciones salariales, sin tanta inflación, con una inflación que era parte de la puja redistributiva, pero que nosotros con las paritarias podíamos alcanzar. Nosotros, en general, la clase trabajadora, no solamente de prensa y Canal Siete.
Lamentablemente la UTPBA trágicamente desaprovechó ese momento. No convoco a paritarias, desaprovechó un momento que fue histórico para cualquier gremio. Si uno ve todos los sindicatos, incluso los de la comunicación, o si uno ve hoy el SATSAID, con el peso que tiene, es porque aprovechó un momento histórico como ese. Lo de UTPBA fue todo lo contrario. Fue una decadencia general brutal.
Los dos momentos de retroceso en las condiciones laborales de los trabajadores de prensa
Yo encuentro dos momentos de retrocesos enormes en nuestra actividad y avance en la precarización laboral. El primero es que se inicia con el macrismo, cierre de medios, avance sobre los convenios colectivos de trabajo, procesos preventivos de crisis que estaban hechos a medida de los patronales para destruir nuestros derechos y los puestos de trabajo. Y después, la pandemia. La pandemia fue un momento que los empresarios aprovecharon también para desorganizarnos, para avanzar sobre nuestros derechos.
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Ahora nos encontramos en una situación de mucha dificultad, con muchos menos puestos de trabajo, con muchas situaciones donde los convenios no se cumplen, donde las empresas fueron avanzando. Y ahí creció mucho el monotributismo, la precarización laboral, el fraude laboral, bajo distintos eufemismos cómo los colaboradores, cómo los freelance, cómo vender espacio en una radio, por ejemplo. Bueno, y eso fue degenerando nuestras condiciones laborales y nuestra situación laboral.
Facebook y Google son el nuevo Papel Prensa
R.O.: ¿Cómo son los nuevos esquemas de medios en el marco de internet y de esta nueva configuración que transformó todo?
A.L.: Sí, lo que antes era Papel Prensa podemos de decir, haciendo una alegoría, una analogía medio forzada, pero lo que antes era papel prensa hoy es Facebook y Google. El monopolio de la circulación de la información lo tienen esas grandes plataformas que ni siquiera tienen domicilio fiscal en nuestro país. Entonces, sin duda, complejiza todo.
Yo creo que los empresarios argentinos en general, siempre hay excepciones honrosas, pero en general, tienen esa vocación de colonia, parafraseando a Cristina. Se regalan ante Google con esto de Google News y los acuerdos que promovieron en los últimos años que les da dos mangos a las empresas. Pero en realidad ahí tendríamos que tener una estrategia nosotros. Por lo menos cómo clase trabajadora, la tenemos. Y los empresarios deberían tener una estrategia de defensa soberana de la comunicación y de la información. No la tienen, evidentemente, y están a merced de esos acuerdos que promueven esas grandes plataformas, que son nefastos.
Yo creo que la irrupción de toda esa revolución tecnológica en las comunicaciones. La deberíamos poder regular y para eso también es el sindicato. Y para eso es importante tener personería. Obviamente que son traumáticas, pero siempre existieron modificaciones tecnológicas que impactaron de lleno en nuestros puestos de trabajo. El valor periodístico sigue teniendo vigencia. No da lo mismo si una noticia la cuenta alguien que no tiene fuentes, determinados parámetros profesionales de cómo trabajar con la información, que un ciudadano cualquiera.
Creo que los trabajadores y trabajadoras de prensa organizados somos los que tenemos que garantizar la calidad periodística. Porque a las empresas no les interesa y permiten, y a veces hasta promueven esa precarización que no solamente impacta nuestras condiciones laborales, sino también la calidad informativa. Porque cuando uno no puede comprobar una noticia es porque tienes que tener tres o cuatro laburos, cuando no puedes cubrir una noticia desde el lugar de los hechos, cuando no pagan movilidad, cuando no pagan viáticos, lo que también se degrada no son solo las condiciones nuestras, sino también, el producto.
El triunfo del SiPreBA y el pedido de reapertura de paritarias
R.O.: Finalmente se rechazó el pedido de la UTPBA de que había una apelación con respecto a la personería gremial del SiPreBA. ¿Cuáles serían los siguientes pasos ahora en esa pelea?
A.L.: Bueno, la discusión de la personería ya está definitivamente resuelta con el fallo de la cámara. El 23 de enero de este año, el Ministerio de Trabajo nos otorgó la personería gremial luego de un proceso de tres años de compulsa. Es decir, no fue una decisión arbitraria del Ministerio de Trabajo que un día se despertó. (Obviamente, hubo voluntad política eso lo destacamos y gestión porque hubo que hacer un trabajo minucioso de revisar los padrones, los libros contables, de afiliados, etc.)
La UTPBA presentó un recurso en la justicia, en el Poder Judicial, en la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, esto dilato la resolución y que nosotros tengamos firme esa personería. Finalmente, el Poder Judicial, el martes 6 de junio, rechazo ese recurso y nos otorgó definitivamente la personería gremial. Ya presentamos y abrimos los expedientes para discutir las paritarias tanto en prensa escrita, en prensa televisada y cómo en prensa radial. Ahora, esperamos que el Ministerio de Trabajo convoque lo más rápido posible porque es urgente la necesidad de recomposición salarial para nuestros compañeros.