El director de “El Credo”, documental sobre los grupos neonazis en Mar del Plata, conversó en Resistencia Online sobre el auge de los grupos de extrema derecha. Su experiencia grabando una película sobre el asesinato de Marielle Franco en Brasil y las repercusiones de su cine como arma contra la ultraderecha. “En Grecia nos preguntaban por los grupos de autodefensa antifascistas”, comentó en Resistencia Online.
Resistencia Online: ¿Qué te rememoró el domingo la votación de Milei sobre las ideas y las imágenes que venías trabajando?
Alan Sasiain: Me rememoró esta idea de los outsiders que aparecen con ideas ultra radicales frente al sistema o como una alternativa que termina prendiendo en los jóvenes, fenómeno que ya había ocurrido en Brasil, con Bolsonaro, y previamente en Estados Unidos con Trump. ¿Era, no voy a decir inevitable, pero por qué no? ¿O sea, por qué no podía pasar un fenómeno así? ¿No? Y bueno, el día, compañeros, llegó.
¿Por qué la rebeldía surge por derecha?
Se prende sobre un caldo (que es también la hipótesis que tiene El Credo), esta idea de la descomposición social, el desempleo, la falta de perspectiva que generan la condición de posibilidad para el avance de estos grupos. Si bien en El Credo hacemos una diferenciación entre lo que serían los nacionalismos más relacionados con tradiciones pasadas, con rémoras más ligadas a la dictadura, que no prendían tanto… faltaba esta otra ala libertaria, que encontró ahí un nicho, un nicho que estaban buscando.
Ahora, después los alcances de eso, cuando digo que “llegó el día” tampoco es algo consumado. Lo que pasó con El Credo y lo que pasó en otras partes del mundo es que avanzan de una manera y que encuentran una respuesta en la calle, no tienen continuidad. O sea, terminan retrocediendo. Eso pasó en nuestra región. También, en un caso análogo en Grecia, un grupo de ultraderecha tiene un ascenso meteórico al poder, consiguen parlamentarios, salen a la calle hay golpizas, agresiones y hay un par de muertos… Y bueno, la población dice “bueno, pará un poquito, esto no era lo que buscaba”. Cuando se ve la sangre ya es otra cosa, revuelve el estómago; las palabras por ahí no tanto, pero cuando se pone más gráfico, más físico… Y bueno, terminaron todos presos. No hay más partido, o sea. Entonces hay que ver.
¿Encontrás alguna diferencia entre lo que pudiste observar tanto en Mar del Plata como, ahora, en Brasil?
Mira, no sé los que se oponen, lo dejaría para después. Pero los que apoyan estas cosas, digamos, por ahí en la forma cambia. Porque Brasil tiene características distintas [a las de Argentina]. Es un país mucho más grande, con mucha más industria, una población y una generación distinta. Entonces la forma por ahí cambia, pero el contenido es el mismo. Es encontrar un culpable, es encontrar la salida individual a morir. “Que el de al lado se maneje, que haga lo que pueda”. Y esta es una salida individual frente a un problema colectivo mucho más grande.
¿Dónde se puede mirar el documental y ahora con el triunfo de Milei se volvió a mirar?
El Credo lo pueden ver en YouTube, ya tiene como 150.000 reproducciones y siempre por alguna u otra razón la película termina viéndose, lo que tiene es que tiene su propia vida. A veces, uno no hace nada, pero la película está ahí circulando. Por eso, ahora subieron mucho las estadísticas en las últimas semanas, creo que estaba en 140 y por eso pasó a 150.000, ahora. Y se ve por otras razones, también, alrededor del mundo. Ya les digo, estuve hace poquito haciendo funciones en Grecia. Estaban también muy interesados en esta problemática, acerca de que no sólo es un problema europeo. Ellos también tienen casos y tienen una experiencia y una tradición de lucha de enfrentar a estos grupos de extrema derecha. Por ejemplo, había algo que me preguntaban muchos activistas en Atenas, que era: “Contanos, Alan, ¿cómo son los grupos de autodefensa en Argentina?”. Yo les decía “que no, que no hay”. En la Argentina no se enfrenta, aún, físicamente a los fascistas.
Es un poco “estímulo-respuesta”. Uno va preparándose en función de los desafíos que se le presentan. Bueno, Alan, muchas gracias por esta entrevista. Queremos dejarte un último espacio para que le comentes a nuestra audiencia algún último mensaje, algo que quieras dejar.
Vamos al hueso. Tenemos ejemplo tanto de las consecuencias de dejar que avancen estos grupos como de la lucha que tenemos que dar para enfrentarlos. Ellos vienen por nuestras conquistas. Nos están llamando a defenderlos eventualmente. El Credo como ejemplo, pero también toda la pelea que se da en la calle es fundamental para arrimarnos a toda esta situación que está pasando. Esto de los grupos tiene que ver con el desarrollo de cada caso. Tenemos por delante nuestro propio desarrollo.