Viajando por recuerdos deportivos que hicieron historia en nuestro país, llegamos virtualmente al año 1967. Año histórico para Racing Club de Avellaneda, pero año también de dictaduras latinoamericanas y guerras internacionales.
El 29 de agosto de 1967 es una fecha que seguramente está en la memoria de futboleros y futboleras de nuestro país, pero principalmente para los hinchas de Racing Club de Avellaneda, ya que ese día, el equipo dirigido por Juan José Pizzuti conseguía su primera (y hasta ahora única) Copa Libertadores de América.
Para conseguirla, Racing tuvo que disputar muchísimos más partidos de los que se juegan hoy, ya que el formato era completamente distinto. El equipo de Avellaneda jugó 20 encuentros (en el formato actual el campeón juega 13 partidos), en lo que fue la edición más larga de la historia de la Copa Libertadores.
Con un formato absolutamente distinto al actual, Racing llegó a la final junto a Nacional de Uruguay, teniendo que jugar tres partidos para consagrar al campeón. En la ida disputada en Uruguay y en la vuelta en Avellaneda terminaron 0 a 0, por lo que se disputó un partido desempate, jugado en Chile, donde el equipo de Argentina finalmente se consagró tras vencer por 2 a 1 con goles de Joao Cardoso y Norberto Raffo.
Aquel equipazo, recordado como “el equipo de José”, estaba integrado por Agustín Cejas, Oscar Martín, Roberto Perfumo, Alfio Basile, Rubén Diaz, Miguel Mori, Juan Rulli, Joao Cardoso, el chango Cárdenas, Norberto Raffo y Humberto Maschio.
El triunfo en aquella Libertadores, llevó al conjunto de Avellaneda a consagrarse luego como el primer campeón intercontinental de Argentina, derrotando en la final al Celtic de Escocia, nuevamente en 3 encuentros, disputando el último en el Estadio Nacional de Montevideo, en lo que se conoció como “la batalla de Montevideo”, ya que el partido tuvo varios expulsados, al punto de que la policía tuvo que intervenir varias veces pero Racing se terminó consagrando por 1 a 0 con el gol del “chango” Cárdenas.
ALALC (Asociación Latinoamericana de Libre Comercio)
Mientras el equipo de José se floreaba a nivel nacional como internacional, ese mismo año en Paraguay se realizó una nueva convención del ALALC (Asociación Latinoamericana de Libre Comercio), algo así como el antecedente de lo que muchos años después fue el Mercosur. Es decir, un tratado entre los gobiernos de la región donde, en teoría, se buscaba fortalecer la economía de cada país garantizando el libre comercio entre los participantes.
¿Quiénes integraban la ALALC? Argentina, Brasil, Chile, Perú, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Colombia, Venezuela, México y Ecuador. ¿Qué país apoyaba la iniciativa aunque no formaba parte? Nada menos que Estados Unidos. ¿Qué sucedió finalmente? Luego de años de no terminar de sellar acuerdos que beneficiaran a todas las partes, la ALALC se disolvió. Pero si hablamos de gobiernos apoyados por Estados Unidos, repasemos quiénes gobernaban algunos de estos países en el año 1969.
En Argentina nada más y nada menos que el dictador Juan Carlos Onganía que, entre sus máximos laureles, cuenta con una represión histórica conocida como “la noche de los bastones largos”. Una jornada salvaje donde la policía ingresó a las universidades nacionales, donde estudiantes y docentes se encontraban resistiendo un intento de intervención por parte del Gobierno nacional, y sacó a fuerza de palazos a quienes protestaban. La policía destruyó buena parte de los laboratorios, aulas y otros elementos de importancia, principalmente de la Universidad de Buenos Aires. Además del centenar de personas heridas y detenidas, este acontecimiento provocó que más de 700 profesionales de Argentina se marcharan al exterior.
En Paraguay, el presidente era Alfredo Stroessner, uno de los dictadores más salvajes y que más tiempo estuvo al frente de un país, gobernando de 1954 a 1989, y siendo acusado de múltiples acciones contra los derechos humanos. El dictador fue apoyado abiertamente por Estados Unidos, país instigador permanente de dictaduras criminales y sangrientas como la que ocurrió en Argentina a partir de 1976.
En Bolivia, la presidencia durante ese año estuvo a cargo de René Emilio Barrientos Ortuño, quien fuera responsable de la persecución y posterior asesinato de Ernesto “Che” Guevara, y también responsable de lo que se llamó la Masacre de San Juan, un ataque contra la comunidad minera de esa localidad organizado por el propio Barrientos, que dejó como saldo de al menos 20 muertos y más de 700 desaparecidos, según se pudo constatar en distintas investigaciones.
Gustavo Díaz Ordaz fue el presidente mexicano de la época. Para no ser menos que sus colegas, Ordaz fue responsable de la represión sistemática y de la masacre de Tlatelolco, un episodio sangriento donde con fuerzas oficiales y fuerzas paramilitares asesinaron a más de 40 estudiantes que se encontraban protestando en una plaza de la ciudad de México, además de ingresar a distintas universidades, en una verdadera cacería de estudiantes.
Y así podríamos seguir con cada uno de los integrantes de aquel encuentro celebrado nada menos que en Paraguay, con Stroessner como anfitrión.
Vietnam, la gran derrota norteamericana
Como tantas otras, la guerra de Vietnam tuvo como protagonista al gobierno de Estados Unidos ¿Por qué? Porque aunque era un conflicto entre lo que se conoció como Vietnam del Norte (fracción comunista) y Vietnam del Sur por la unificación y dominio del territorio, Estados Unidos rápidamente intervino en favor de este último, destinando buena parte de su capacidad militar para evitar la expansión del comunismo en Indochina.
La guerra de Vietnam duró más de 20 años y dejó más de un millón de vietnamitas muertos. Según datos oficiales de Estados Unidos, cerca de 60.000 soldados estadounidenses también perdieron la vida. Fue la primera derrota bélica de Estados Unidos que, pese a tener una capacidad militar y armamentística muy superior, tuvo que retirarse sin poder cumplir sus objetivos, dado que se encontró con un muy bien preparado pueblo vietnamita que utilizó todas las tácticas habidas para ir desgastando a su enemigo hasta la derrota.
La cosa es que, aunque murieron más de un millón de vietnamitas, aunque Estados Unidos bombardeó incansablemente el territorio y sus sucesivos gobiernos no descansaron en apoyar al gobierno del Sur, en la tapa del diario Clarín de un 29 de agosto de 1969 se puede leer el siguiente título: “Vietnam: violentos ataques comunistas en vísperas de las elecciones”. El “gran diario argentino” del lado del mal, no importa cuando leas esto.
