Luego del DNU, cientos de miles de argentinos impulsaron cacerolazos y piquetes a lo largo y ancho del país. Sectores de trabajadores y de la clase media mostraron su bronca con las medidas de ajuste del Gobierno y se unieron en la calle a corear los mismos cánticos que en 2001 musicalizaron la huida de De La Rúa. Por otro lado, las entidades empresariales como la Asociación Empresaria Argentina, la Unión Industrial Argentina y la Cámara Argentina del Comercio salieron a respaldar el decreto y festejaron en particular los artículos que eliminan el derecho a huelga.
Los empresarios y la oligarquía rural venían “levantándola en pala” desde el kirchnerismo, como lo admitió la propia Cristina Kirchner. Pero nunca estuvieron contentos con compartir algo de las ganancias con sus trabajadores y la renta con los cabecitas negras. Nunca estuvieron de acuerdo en ver que un laburante pueda cambiar el auto seguido, en que el hijo de un albañil pueda ir a la universidad y que quién no tiene trabajo, pueda cobrar una ayuda del Estado.
CRÓNICAS DESDE LA RESISTENCIA
Sobre todo, jamás se tragaron la posibilidad de que sus empleados le hagan paros, bloqueos de portones, piquetes y asambleas permanentes. En definitiva, ellos nunca se quisieron sentar en una mesa con nosotros para discutir en qué condiciones vamos a trabajar y a producir. Si lo hicieron por momentos, es porque hace 22 años hubo un Argentinazo, es porque después de esa rebelión popular, enfrentamos la represión de Duhalde y tuvo que llamar a elecciones anticipadas y porque durante el kirchnerismo impulsamos importantes luchas.
Los dueños del país no se bancan tener que discutir con sus súbditos. Este decreto, vuelve a los trabajadores prácticamente a las condiciones laborales del siglo XIX, es decir, nos pone de rodillas como cuando las organizaciones sindicales recién se empezaban a formar.
El derecho a huelga ¡fuera!
El decreto apunta contra todo tipo de medida de fuerza. El artículo 20 ter, enumera un conjunto de “acciones” que se encontrarán penadas por la ley: “Afectar la libertad de trabajo de quienes no adhieran a una medida de fuerza, mediante actos, hechos, intimidaciones o amenazas”. Noten que en este artículo deja fuera de la ley a cualquier posibilidad de paro, porque que alguien vea “afectada su libertad” por un “hecho” es completamente subjetivo.
Este artículo continúa describiendo todas las posibles medidas de fuerza que de ahora en más no se podrían realizar: “Provocar el bloqueo o tomar un establecimiento; impedir u obstruir total o parcialmente el ingreso o egreso de personas y/o cosas al establecimiento; c. Ocasionar daños en personas o en cosas de propiedad de la empresa o de terceros situadas en el establecimiento (instalaciones, mercaderías, insumos y materias primas, herramientas, etc.) o retenerlas indebidamente. Verificadas dichas acciones como medidas de acción directa sindical, la entidad responsable será pasible de la aplicación de las sanciones que establezca la reglamentación, una vez cumplimentado el procedimiento que se disponga al efecto a cargo de la Autoridad de Aplicación, sin perjuicio de las responsabilidades civiles y/o penales que pudieran corresponder.”
El regalo de las privatizaciones
Uno de los puntos cruciales del decreto es la derogación del régimen de sociedades del Estado y de la normativa que impide la privatización de empresas públicas. Según trascendidos, las empresas serán adjudicadas a las principales corporaciones que recibieron los beneficios en los diferentes artículos. Este decreto amplía los negocios de los grupos concentrados de poder de nuestro país y les otorga áreas estratégicas de nuestra economía. De esta manera, fomentan la concentración económica y el poder político en un grupo cada vez más reducido de empresas.
Los artículos a medida
Ley de Góndolas
Derogación de la Ley de Góndolas, un regalo para Coto. La ley de Góndolas promovida en 2020, tenía el criterio de regularizar la oferta de las grandes cadenas de supermercados. Según esta normativa debía haber cinco proveedores de distintos grupos empresariales por cada producto; las cooperativas, mutuales y/o empresas de la agricultura familiar tenían que tener al menos un 5% del espacio en la góndola; las micro y pequeñas empresas un 25% de espacio por categorías de producto. Asimismo, la Secretaría de Comercio Interior podrá fijar un porcentaje máximo de espacio de venta para los productos que sean importados, por cada categoría.
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Regalo para Farmacity
La desregulación del sector farmacéutico le permitirá a Farmacity ingresar en la Provincia de Buenos Aires, comprando pequeñas farmacias e imponiendo su lógica de gran cadena. Además las regulaciones que se imponían en la venta de medicamentos, beneficiará a Swis Medical fundamentalmente.
Un dulce para Ledesma
Se deroga la ley de obligaciones para los ingenios de azúcar. Un regalo a medida para Blaquier, el dueño de Ledesma. La ley de industria satelital, le permitirá al magnate Elon Musk hacerse del negocio del internet satelital en nuestro país.
Más tierras para Lewis y Benetton
La derogación de la Ley de Tierras parece estar hecha para magnates extranjeros como Joe Lewis, quién posee 11 mil 200 hectáreas y un reservorio de agua glaciar como es Lago Escondido. En esta normativa del año 2011 se estableció que los extranjeros no podían tener más del 15% de las tierras del país, de una provincia o de un municipio. También fijó un límite de 1000 hectáreas por titular extranjero en la zona agrícola núcleo, es decir la más fértil ubicada en el norte bonaerense, el sur de Santa Fe y el sur de Córdoba, o sus equivalencias en el resto de las provincias.
Además, determinó controles específicos para evitar la extranjerización de la tierra y pérdida de control del registro dominical a través de la compraventa de acciones vía testaferros: es decir, que a partir de la ley, el Estado debía autorizar esta compraventa a través de un certificado de habilitación.
La derogación de esta ley, le va a permitir a Lewis y otros magnates como Benetton, incorporar más tierras, algo por lo que vienen haciendo lobby hace años.
