Publicado en 2023 El socialismo argentino y la cultura de masas. Dilemas y estrategias del PS en los años de entreguerras es el primer libro de Javier Guiamet, editado por la EDUNTREF (Editorial de la Universidad Nacional de Tres de Febrero). En él realiza un recorrido por la forma en que el Partido Socialista argentino se relacionó con la cultura de masas, para lo que toma como marco temporal al período comprendido entre las dos guerras mundiales.
Guiamet es doctor en Historia y da clases de Historia Argentina en la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad Patagónica Nacional y la Universidad Nacional Arturo Jauretche. Se trata de un referente, premiado a nivel internacional, en el estudio de la relación entre cultura y política.
Para su ardua investigación, rica en citas y documentación, se apoya en un cuerpo bibliográfico. A esto debe mencionarse además la gran variedad de fuentes primarias utilizadas, entre las que se cuentan actas de concejos deliberantes y de la Cámara de Diputados, diarios como La Nación, Crítica, La Prensa, y obviamente La Vanguardia y revista tales como Argentones. Revista teatral, Caras y Caretas, La Democracia, Revista de Educación y Revista Socialista, entre otras.
La centralidad de la cultura dentro del proyecto socialista
Los socialistas de principios del siglo XX se consideraban como “herederos de la labor sarmientina”, es decir como un agente modernizador y elevador de una Argentina atrasada. De esta forma, el PS se mostraba a sí mismo el “único partido moderno de Argentina”.
La hipótesis principal del libro que nos ocupa es que la relación del PS con la cultura de masas se desarrolló dentro de una tensión entre el aprovechar su potencialidad para la difusión de ideas y la centralidad que la cultura ocupaba dentro del proyecto socialista.
El principal órgano de difusión de ideas era para el PS el diario La Vanguardia. Esta publicación no sólo comunicaba noticias o reseñas sino que servía como organizador político y propagador de la doctrina socialista, tal como la entendía el partido.
Sólo en sus primeros 2 o 3 años de vida La Vanguardia se dedicó exclusivamente a debates teóricos internos, luego sus publicaciones se abocaron a atraer a un público poco politizado e inmerso en el consumismo del capitalismo. En la década del 20 se publicaron en ella caricaturas e historietas como forma de reforzar gráficamente ciertas ideas políticas de manera atractiva para el lector.
El primer capítulo nos introduce en la idea de cultura de aquellos primeros socialistas. Si bien el PS defendía a la clase trabajadora, en sus primeros años su noción de cultura era mucho más “aristocrática”. Veían a la cultura popular como un “embrutecimiento” de las masas. Para ellos era prioritaria la formación de una “cultura general” de los trabajadores, la cual los dotara del “arma de la ciencia”.
El socialismo, el cine y la radio
El capítulo 2 nos habla de la relación del socialismo con el teatro. El número 3 hace lo propio con su relación con el cine. Este es particularmente interesante, ya que expone la compleja tensión entre la denuncia hacia el cine comercial como instrumento del capitalismo, la publicación de reseñas de obras juzgadas como significativas y la filmación de películas propias como medio de propaganda política. En este sentido, es destacable que por entonces el PS tenía su propio “camión cinematográfico” con el que recorría la ciudad de Buenos Aires acercando el cine a los trabajadores.
Si bien las películas producidas por el Partido Socialista se han perdido en el tiempo, esta película de propaganda filmada por el Partido Socialista Independiente, una escición del mismo, nos pueden dar una ide de cómo era.
En el capítulo 4 nos encontramos con la relación entablada entre los socialistas y la radio. Dentro de un contexto en que dicho medio se volvía cada vez más importante para las campañas políticas de todos los partidos, el socialismo hacía frente a las dificultades de acceder a un espacio radial y lograba llevar sus propuestas al seno del hogar del trabajador.
El socialismo y los deportes
El capítulo 5 aborda la manera en que los socialistas se vinculaban con el deporte en tanto espectáculo de masas, más precisamente con el fútbol y el boxeo. Respecto al primero se destaca su denuncia de la profesionalización, entendiendo que esto arrebataba dicho deporte de las manos de las clases populares y las convertía en un negocio de los capitalistas.
El capítulo 6, por último, nos muestra cómo La Vanguardia cubría en sus artículos las historias de heroísmo y “superación personal”, ligados a la idea de hombre nuevo y moderno que el socialismo profetizaba. Se centra principalmente en las hazañas de aeronáutica, exploración del polo sur, natación y motociclismo.
¿Para qué nos sirve a los socialistas este libro?
La obra de Guiamet nos presenta como un partido fue superando sus contradicciones respecto a la cultura popular, desde su origen hasta su desarrollo. El PS pudo realizar una extensa labor cultural debido a la importancia que doctrinalmente le daba a la educación de los trabajadores como paso para su emancipación. Al respecto el autor concluye:
La cultura de masas poseía el potencial para interpelar aspectos significativos de la ideología partidaria como también la posibilidad de influir -o al menos así se lo representaron dirigentes y simpatizantes socialistas- en las ambiciones y proyectos que el partido sostuvo en este determinado período histórico.
y continúa…
En tanto la propuesta de “elevar material y moralmente al pueblo” constituía una consigna rectora para el socialismo argentino, cualquier instancia social que incluyera a “las masas” se volvía un espacio a intervenir para asegurar la educación de estas.
Por lo dicho, el estudio de los intentos del antiguo PS por llegar a las grandes masas de trabajadores no puede sernos indiferente. Hoy por hoy la izquierda se encuentra completamente fragmentada y cada vez más aislada de la vida diaria de los trabajadores. Pero este lugar no queda vacío, lo ocupa ideológicamente la propaganda constante de la extrema derecha que nos ha declarado una “guerra cultural”.
La derecha no está avanzando sólo en el terreno político y en la destrucción de derechos laborales y sociales sino que, para ello, lo está haciendo también en el terreno mental y cultural, promoviendo miradas individualistas y autoritarias. Si no queremos retroceder socialmente al siglo XIX, los socialistas debemos retomar iniciativas para ganar la confianza de los trabajadores y conquistar a las mayorías debe volver a ser nuestra máxima prioridad.
