El gobierno de Javier Milei busca atacar a todos los trabajadores, incluyendo claro está a los docentes. La educación pública es uno de los principales blancos del ajuste.
Las escuelas públicas, terciarios y universidades llevan años sufriendo el desfinanciamiento y en cuanto a sus trabajadores, paritaria tras paritaria, vienen perdiendo contra la inflación pero, con el recorte que impone el gobierno esta situación se agravará aún más.
Robo al salario docente
La situación salarial de los docentes es pésima. El aumento del precio del transporte hace que los gastos de viaje se multipliquen, afectando gravemente al bolsillo de quienes deben desplazarse de una escuela a otra.
La quita del Fondo de Incentivo Docente (FONID) por parte del Estado nacional a las provincias representa una reducción de hecho del salario. También perjudica a las provincias más pobres que verán reducido su presupuesto para invertir en educación (problema que venimos arrastrando desde la Ley Federal de Educación de 1993 y que la Ley nacional de Educación de 2006 no alcanzó a resolver del todo). Esto deja a las y los trabajadores de la educación a merced de la buena voluntad de los gobernadores que quieran reponer ese robo al salario.
Sin derecho a huelga
Con el anuncio del gobierno de declarar a la educación como servicio esencial no busca otra cosa que impedir el derecho de huelga de los docentes para evitar que puedan reclamar por mejores condiciones de trabajo. Esta medida implica que los trabajadores y trabajadoras tengan que garantizar el 75% del servicio de manera que no puedan hacer paro. Esta esencialidad no incluye el garantizar el acceso a la misma ni asegura el presupuesto para su sustento, tampoco garantiza mejor calidad para los pibes, sólo ataca a los trabajadores para que no puedan luchar.
Desfinancian las universidades
Las universidades también están bajo el ataque del ajuste. Desde que comenzó el año, las Universidades Nacionales empezaron su funcionamiento advirtiendo que no tenían presupuesto para garantizar el ciclo lectivo. Algunas facultades tienen dinero para funcionar hasta junio, otras hasta mayo y otras hasta abril. Este ataque a la educación superior fue denunciado en múltiples comunicados del Consejo Interuniversitario Nacional y comunicados de las facultades, de intelectuales y científicos. Pero con declaraciones no alcanza, hace falta avanzar con organización en unidad del movimiento estudiantil junto a los trabajadores contra la motosierra.
Ahora el gobierno del ‘No hay plata’ hizo aparecer un aumento del 70% del presupuesto para universidades destinado a los gastos operativos. Pero del total del presupuesto universitario solo un 5% está destinado al funcionamiento mientras que el 95% son los sueldos de sus trabajadores. Considerando que el gobierno de Milei prorrogó el presupuesto 2023 para este año -aprobado en septiembre de 2022- y que desde entonces hubo una inflación del 300%, esto no es un aumento, es una actualización.
Cómo sigue
Con respecto a los salarios, el último aumento a docentes fue del 16% en febrero y llevan una pérdida de más del 50% frente a la inflación. Ayer jueves 14 hubo paro en las 57 universidades nacionales y los gremios docentes y no docentes recibieron el respaldo de las centrales obreras. El reclamo es por apertura de paritarias para recomposición salarial, aumento del presupuesto universitario y pago del FONID.
Camila Egaña/Amilcar Carro