Venimos de una jornada realmente impactante. Las imágenes que se vieron de la represión a lo que fue la movilización de jubilados no se veían hace mucho tiempo en la Argentina. Ese nivel de ensañamiento, de brutalidad… el saldo fueron decenas de heridos e incluso un fotógrafo que hoy se encuentra luchando por su vida después de haber recibido un disparo con una granada de gas lacrimógeno en la cabeza, Pablo Grillo.
Distintos funcionarios del Gobierno, junto a sus voceros y periodistas afines, han salido a decir que lo que hubo fue un “intento de golpe de Estado”. La acusación es gravísima e intenta tapar algo que no se puede ocultar de ninguna manera: la represión, junto a las prácticas antidemocráticas del gobierno, están violando todo tipo de Estado de derecho.
Las imágenes de los jubilados siendo golpeados son completamente indignantes. En particular, la de una señora que recibe un palazo en la cabeza y se cae al piso, en un uso de la fuerza completamente desproporcionado. Pero sin dudas lo más brutal fue el disparo que recibió Pablo Grillo. El fotógrafo de 34 años se encontraba cubriendo de manera freelance la movilización y le tiraron a matar. Hoy pelea por su vida.
Cuando las imágenes empezaron a viralizarse, la ministra de seguridad, Patricia Bullrich salió a defender el accionar policial, a reivindicar las fuerzas a su mando y además acusó a Pablo Grillo de ser un “militante kirchnerista” que trabaja para la municipalidad de Lanús. Como si ser militante fuera un delito. Un revival del “algo habrá hecho”.
Inmediatamente, desde las puertas del hospital Ramos Mejía, donde estaba siendo asistido Pablo, su padre contó que la situación de su hijo era muy delicada y muy grave. Pero, además, le contestó respecto a los dichos sobre que su hijo era militante:
“Somos una familia de militantes y con orgullo lo decimos. La militancia no es mala. Porque me enteré de lo que está diciendo la basofia esa de la borracha que tenemos como ministra. Y ser militante es un orgullo. Él era un militante, pero también era fotógrafo y estaba trabajando. Estaba haciendo fotografía”.
Ya en la mañana del día siguiente, la polémica se desató cuando liberaron a los más de 100 detenidos que había producto de la manifestación. La jueza Karina Andrade fue quien ordenó la liberación. En el fallo expresó que “se encuentra en juego un derecho constitucional fundamental, como es el derecho a la protesta, a manifestarse en democracia y a la libertad de expresión”.
Enseguida, el vocero presidencial, Manuel Adorni, la acusó de ser una jueza de “puerta giratoria” y de “ser responsable directa de la inseguridad en la Argentina”. Luego, Bullrich incluso dijo que iban a” iniciar acciones legales” contra ella.
La jueza Karina Giselle Andrade dio la orden de liberar a los 114 detenidos que junto a muchos otros ayer destruyeron la Ciudad de Buenos Aires y atacaron a las fuerzas de seguridad.
La justicia de la puerta giratoria es responsable directa de la inseguridad en la Argentina. Los…
— Manuel Adorni (@madorni) March 13, 2025
Empezó el operativo salvataje. Para la sociedad, el de los jubilados es un tema muy sensible. Según el último sondeo de la consultora Zubán Córdoba, el 90% considera grave la pérdida del poder adquisitivo de los jubilados argentinos. Esto explica, de alguna manera, el creciente apoyo que vienen recibiendo las marchas de los miércoles.
Vamos a poner un poco de contexto a la próxima marcha de los #Jubilados, reflejando algunos de los datos de la #OpinionPublica de nuestra #EncuestaArgentina en este último año.
El 90% considera grave la pérdida del poder adquisitivo de los jubilados argentinos. pic.twitter.com/kVjmFRYwUP— Zuban Cordoba (@Zuban_Cordoba) March 12, 2025
Luego de la movilización, el Gobierno puso en funcionamiento su aparato de mentiras y fake news para tapar su responsabilidad por la represión.
La periodista Mariana Brey, en C5N, dijo algo muy parecido a lo que se decía cuando fue el asesinato de Kosteki y Santillán en el 2001: que la bala podía haber salido de los manifestantes. “Si el disparo sabemos que vino de la policía, está confirmadísimo… ¿o vino de algún militante? Pregunto. ¿Disparó un militante? Pregunto…”
Esta misma periodista afirmó luego en otro un programa que podía haber “infiltrados” entre la policía por parte de los manifestantes. Un argumento, la verdad, completamente estúpido e insólito.
Es interesante el trabajo que hicieron periodistas independientes y publicaron en la cuenta de X “Mapa de la Policía”. A través de testimonios que recopilaron, reconstruyeron cómo fue el momento en que le dispararon a la cabeza al fotógrafo y que desmienten completamente la versión de la ministra de Seguridad, que afirmó que el efectivo actuó según el protocolo.
Reconstruimos el hecho que dejó a Pablo Grillo gravemente herido.
Bullrich y jefes policiales son responsables
Gracias a Willy Pregliasco y Martín Onetto (peritos) y quienes aportaron a esta reconstrucción
Si tenes registros del hecho envíalos a registrocolectivo2024@gmail.com pic.twitter.com/fY1ysD7Xiy
— Mapa de la Policía (@mapadelapolicia) March 13, 2025
En el informe indican que “la hora del impacto fue exactamente a las 17:18, y que tanto los efectivos de Gendarmería Nacional como los agentes de la Policía Federal disparaban a quemarropa con armas lanza-gases que apuntaban a la altura del cuerpo”.
Además, agregan: “la sistematicidad con que se observa que diferentes efectivos disparan de modo irregular indica que la responsabilidad es de los jefes policiales y especialmente de la ministra Bullrich”.
“Lanzaron el gas lacrimógeno como si fuera una bala. Grillo no fue herido por una mala fortuna: le tiraron a matar”.
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Además de las justificaciones posteriores, también hubo mentiras y maniobras para justificar la represión que estaban planificadas de antemano.
El patrullero que se vio incendiado en varios medios de comunicación fue un montaje: lo dejaron abierto y, luego, encapuchados llegaron a prenderlo fuego. Dejaron el patrullero sin custodia y con las puertas abiertas para que lo incendiaran. También llegaron a repartir un panfleto apócrifo del Frente de Izquierda con la consigna directa de atacar a la policía, e incluso, en las cámaras de C5N quedó registrado el momento en que la policía dejaba un arma en el piso para culpar a un manifestante de haber llevado un arma de fuego.
Así como la reconstrucción del disparo que hirió al fotógrafo Pablo Grillo, todos estos hechos pudieron ser develados en tiempo real gracias al accionar de comunicadores, periodistas y militantes presentes en la movilización.
Cuando la policía le apunta a la cabeza a un periodista gráfico, a un reportero, a un cronista, sabe bien lo que está haciendo: está tratando de amedrentar y silenciar a quienes registran y desmantelan estos relatos falaces del poder.
Pero además, este mismo Gobierno, que acusa a los manifestantes de antidemocráticos, estaba simultáneamente levantando una sesión del Congreso para impedir que se conforme la comisión de juicio político. A las piñas, dentro del recinto, diputados oficialistas forzaban a sus propios aliados a retirarse para que la sesión perdiera el quórum y no se pudiera votar.
El oficialismo levantó a la piñas al diputado Zago para romper el quorum de la sesión. Martin Menem huyó y se encerró en su despacho. En la calle no paran de reprimir. Son lo peor pic.twitter.com/MeR3HFDhEa
— Lorena Pokoik 🇦🇷 (@lorepokoik) March 12, 2025
Es decir, estamos ante un gobierno que no solo impide el derecho democrático a la protesta social con represión violenta, sino que también bloquea deliberadamente el funcionamiento del Parlamento. Un accionar completamente fuera del marco legal y constitucional, que aun así se da el tupé de acusar de antidemocráticos a sus opositores.
Bullrich y Milei, tarde o temprano, van a tener que pagar por la represión y el ajuste contra el pueblo trabajador que vienen llevando a cabo.
Los jubilados ya anunciaron que el próximo miércoles van a mantener sus movilizaciones, y probablemente sean cada vez más ciudadanos los que se acerquen a manifestarse junto a ellos en defensa de un derecho tan elemental como es una jubilación digna.