El escándalo del senador detenido en Paraguay con 200 mil dólares enfrenta al kirchnerismo y al oficialismo libertario en un Senado dividido. UxP pide su expulsión, pero los bloques “dialoguistas” no han emitido opinión aun. Su reemplazo sería una referente de La Campora.
09.12.2024.
La detención de Edgardo Kueider, senador nacional por Entre Ríos, detenido en Paraguay con una mochila que contenía más de 200 mil dólares, ha provocado una crisis política que ahora se traslada al Senado argentino, donde su posible expulsión genera divisiones entre los bloques y agita los cálculos de poder.
Escenarios y tensiones en el Senado:
Desde el kirchnerismo (UxP) impulsaron la expulsión de Kueider, lo que les permite ganar una banca estratégica en el Senado y aumentar su número de legisladores y acercarse al quórum propio. Su eventual reemplazo sería Stefanía Cora, actual diputada provincial y referente de La Cámpora en Entre Ríos.
Este movimiento está enmarcado en una estrategia para consolidar el poder de Cristina Kirchner y garantizar el control del Senado de cara a un 2025 electoral clave.
Legisladores de otras fuerzas, incluidos algunos aliados al gobierno temen que expulsar a Kueider pueda sentar un precedente peligroso, exponiendo a otros senadores con cuestionamientos judiciales. Desde sectores de Juntos por el Cambio, como el senador cordobés Luis Juez, las críticas hacia Kueider son contundentes, pero el bloque aún no ha definido una postura uniforme.
De momentos, Kueider pertenece al interbloque Provincias Unidas, con históricos vínculos tanto con el kirchnerismo como con el oficialismo libertario. Su situación pone en aprietos a ambas coaliciones, que intentan calcular el impacto de una remoción.
La vicepresidenta Victoria Villarruel, que preside el Senado, deberá arbitrar entre posiciones enfrentadas y maniobrar en un escenario donde la votación para expulsarlo requiere una mayoría calificada (dos tercios de los presentes).
Condiciones para la expulsión
Para avanzar con la destitución de Kueider, se necesita:
- Quórum en la sesión: La presencia de al menos 37 senadores.
- Mayoría de dos tercios: Tanto para habilitar el tratamiento sobre tablas como para votar su remoción definitiva.
Con el Senado dividido, el kirchnerismo aún está lejos de alcanzar esa mayoría, lo que abre la posibilidad de negociaciones intensas en los próximos días.
Un Senado bajo presión
La situación pone bajo escrutinio la ética y la transparencia de los legisladores, no solo en el caso Kueider, sino también en otros antecedentes de corrupción y vínculos judiciales que podrían ser revisados. Si el kirchnerismo logra expulsar a Kueider, obtendría un refuerzo clave para recuperar influencia en el Senado. Esto también dejaría al oficialismo libertario y a la oposición tradicional en una posición más debilitada frente a proyectos clave.
La eventual remoción podría sentar un precedente para futuras acciones disciplinarias contra otros legisladores, abriendo la puerta a dinámicas más conflictivas dentro del Congreso.
En las próximas 48 horas se espera que los bloques definan sus estrategias y negocien posibles apoyos. La vicepresidenta Villarruel convocará las sesiones correspondientes, donde el debate será tanto político como técnico respecto a las implicancias de una expulsión.
La resolución de este caso podría marcar un punto de inflexión en la dinámica interna del Senado y sus implicancias políticas para las elecciones de 2025.